lunes, 4 de abril de 2011

Oración para la cuaresma

Monición de entrada.-
Queridos hermanos y hermanas:
En este viernes nos reunimos las comunidades parroquiales para encontrarnos con Jesucristo, dejando a Él que actúe en nuestra vida y nos abra los ojos para descubrir como nos mira Dios y como Dios mira a los demás y desea que les miremos, especialmente a aquellos a quienes la sociedad aparta su mirada.
En nombre de la Comunidad Parroquial de San Juan y Santiago, sed bienvenidos esta celebración.

Canto de entrada.
Dios es fiel guarda siempre su alianza,
libra al pueblo de toda esclavitud;
su palabra resuena en los profetas reclamando el bien y la virtud.

Pueblo en marcha por el desierto ardiente, horizontes de paz y libertad,
asamblea de Dios eterna fiesta:
tierra nueva, perenne heredad.

Si al mirar hacia atrás somos tentados
a volver al Egipto seductor,
el Espíritu empuja con su fuerza
a avanzar por la vía del amor.

El maná es el don que el cielo envía,
pero el pan hoy se cuece con sudor;
leche y miel nos dará la tierra nueva
si el trabajo es fecundo y redentor.



Y Jesús nos dará en el calvario
su lección “hágase tu voluntad”;
y su sangre vertida por nosotros
será el precio de nuestra libertad

Sacerdote:
Jesús es la fuente que mana hasta la vida eterna; Jesús es la luz del mundo; Jesús es la resurrección y la vida para todos los que creen en él. Que su gracia esté con todos vosotros.

Oración (todos).-
"¿Quién soy yo? Me dicen a menudo
que salía del encierro de mi celda
sereno, alegre, con firmeza,
cual hacendado de su rural vivienda.
¿Quién soy yo? Me dicen a menudo
cuando hablaba a mis guardianes
libre y amigable, claramente,
como si fuese yo quien diera las ordenes.
¿Quién soy yo? También me dicen
que soportaba los días de infortunio
tranquilo, sonriente, dignamente,
como acostumbrado a ganar siempre.
Pero ¿soy realmente lo que otros dicen que soy?
¿O soy solamente lo que yo mismo conozco de mí,
inquieto y anhelante y enfermo, cual pájaro enjaulado,
luchando por respirar, como si unas manos
me oprimieran la garganta,
suspirando por los colores, las flores, el canto de los pájaros,
sediento de palabras cariñosas, de compañía,
moviéndome agitado, a la espera de grandes acontecimientos,
temblando impotente por amigos infinitamente alejados,
cansado y vacío al orar, al pensar, al actuar,
débil y presto a despedirme de todo?
¿Quién soy yo? ¿Éste o el otro?
¿Soy una persona un día y otra al siguiente?
¿Soy las dos al mismo tiempo? ¿Soy un hipócrita ante otros
y ante mí mismo un infortunado y despreciable cobarde?
¿O hay algo aún en mí, parecido a un ejército vencido
que huye desordenado de una victoria ya alcanzada?
¿Quién soy yo? De mí se burlan estas solitarias preguntas mías.
Quienquiera que yo sea, tú lo sabes, oh Dios, soy tuyo."

CANTO INTERLECCIONAL : CAMINAD

Caminad mientras tengáis luz
Antes que os envuelva la tiniebla







Evangelio.-
Lectura del santo Evangelio según San Juan 9,1-41.
En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento.
Y sus discípulos le preguntaron:
-Maestro, ¿quién pecó: éste o sus padres, para que naciera ciego?
Jesús contestó:
-Ni éste pecó ni sus padres, sino para que se manifiesten en él las obras de Dios. Mientras es de día tengo que hacer las obras del que me ha enviado: viene la noche y nadie podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo.
Dicho esto, escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego, y le dijo:
-Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).
El fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban:
-¿No es ése el que se sentaba a pedir?
Unos decían:
-El mismo.
Otros decían:
-No es él, pero se le parece.
El respondía:
-Soy yo.
Y le preguntaban:
-¿Y cómo se te han abierto los ojos?
El contestó:
-Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, me lo untó en los ojos y me dijo que fuese a Siloé y que me lavase. Entonces fui, me lavé y empecé a ver.
Le preguntaron:
-¿Dónde está él?
Contestó:
-No sé.
Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. (Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos.) También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista.
El les contestó:
-Me puso barro en los ojos, me lavé y veo.
Algunos de los fariseos comentaban:
-Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.
Otros replicaban:
-¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?
Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego:
-Y tú ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?
El contestó:
-Que es un profeta.
Pero los judíos no se creyeron que aquél había sido ciego y había recibido la vista, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron:
-¿Es éste vuestro hijo, de quien decís vosotros que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?
Sus padres contestaron:
-Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo sabemos nosotros, y quién le ha abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos. Preguntádselo a él, que es mayor y puede explicarse.
Sus padres respondieron así porque tenían miedo a los judíos: porque los judíos ya habían acordado excluir de la sinagoga a quien reconociera a Jesús por Mesías. Por eso sus padres dijeron: «Ya es mayor, preguntádselo a él.»
Llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron:
-Confiésalo ante Dios: nosotros sabemos que ese hombre es un pecador.
Contestó él:
-Si es un pecador, no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo.
Le preguntan de nuevo:
-¿Qué te hizo, cómo te abrió los ojos?
Les contestó:
-Os lo he dicho ya, y no me habéis hecho caso: ¿para qué queréis oírlo otra vez?, ¿también vosotros queréis haceros discípulos suyos?
Ellos lo llenaron de improperios y le dijeron:
-Discípulo de ése lo serás tú; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ése no sabemos de dónde viene.
Replicó él:
-Pues eso es lo raro: que vosotros no sabéis de dónde viene, y, sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que es religioso y hace su voluntad. Jamás se oyó decir que nadie le abriera los ojos a un ciego de nacimiento, si éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder.
Le replicaron:
-Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?
Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo:
-¿Crees tú en el Hijo del hombre?
El contestó:
-¿Y quién es, Señor, para que crea en él?
Jesús le dijo:
-Lo estás viendo: el que te está hablando ése es.
El dijo:
-Creo, Señor.
Y se postró ante él.
Dijo Jesús:
-Para un juicio he venido, yo a este mundo: para que los que no ven, vean, y los que ven, se queden ciegos.
Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le preguntaron:
-¿También nosotros estamos ciegos?
Jesús les contestó:
-Si estuvierais ciegos, no tendríais pecado; pero como decís que veis, vuestro pecado persiste.

Power point Evangelio.
Video Evangelio.
Oración.-
Jesús, luz, sol, estrella… de toda la humanidad:
al leer una entrevista a un creyente
que ha narrado tu vida,
hemos percibido como sigues iluminando
en nuestro siglo veintiuno.
Sigues siendo signo de contradicción
entre la luz y las tinieblas:
cuando se conocen tus palabras de fuego,
tu libertad para defender la persona
tu proyecto de una sociedad
al servicio de los últimos
o tu crítica a una religión vacía de compasión.
Jesús sigues siendo signo de contradicción.
En ti hemos descubierto
el amor incondicional de Dios,
del Dios que libera de miedos
y fantasmas religiosos.
Del Dios que clama y llora
en los millones de hambrientos y desnutridos,
en los pobres olvidados por las religiones,
el nos inmigrantes que regresan a su país
con el sentimiento de fracaso,
ante el silencio embrutecido
de alivio porque se han ido
de los de “toda la vida”.
En las mujeres humilladas,
maltratadas y silenciadas.
Jesús tú sigues siendo signo de contradicción,
porque creemos que vemos,
sencillamente porque te reconocemos
en el Sacramento de la Eucaristía,
pero somos incapaces de verte
en el alcohólico, el drogadicto,
el pobre que llama a las puertas de Caritas.

Entrada de la cruz.
Canto.-


28. TUYO SOY

Yo no soy nada y del polvo nací,
pero Tú me amas y moriste por mí.
Ante la cruz sólo puedo exclamar:
Tuyo soy, tuyo soy.

Toma mis manos, te pido,
toma mis labios, te amo,
toma mi vida, oh padre,
tuyo soy, tuyo soy
tuyo soy, tuyo soy

Cuando de rodillas te miro, oh Jesús,
veo tu grandeza y mi pequeñez.
¿Qué puedo darte yo? Sólo mi ser.
Tuyo soy, tuyo soy

Toma mis manos, te pido,
toma mis labios, Te amo,
toma mi vida Oh Padre
tuyo soy Tuyo soy,
tuyo soy, tuyo soy

Meditación antes de la adoración de la cruz.-
En todas mis oraciones y santas comuniones, Él pregunta continuamente:
-¿Te negarás? Cuando se trataba de tu alma no pensé en Mí mismo sino que me di libremente por ti en la Cruz, ¿y ahora, tú? ¿Te negarás?
Quiero religiosas indias víctimas de Mi amor, quienes serían Marta y María, quienes estarían tan unidas a Mí, quienes irradiarían Mi amor en las almas. Quiero religiosas libres revestidas con Mi pobreza de la cruz.
Quiero religiosas obedientes revestidas con mi obediencia en la Cruz.
Quiero religiosas llenas de amor revestidas con Mi Caridad de la Cruz.
¿Te negarás a hacer esto por Mí?

Jesús mío –lo que Tú me pides me supera – a duras penas puedo entender la mitad de las cosas que quieres. Soy indigna, soy pecadora. Soy débil. Ve Jesús y busca un alma más digna, una más generosa.

Te has hecho Mi esposa por amor a Mí, has venido a la India por Mí. La sed que tenías de almas te trajo tan lejos.
¿Tienes ahora miedo a dar un nuevo paso por tu Esposo, por Mí, por las almas?
¿Se ha enfriado tu generosidad? ¿soy secundario para ti?
Tú no moriste por las almas, por eso no te importa lo que les suceda.
Tu corazón nunca ha estado ahogado en el dolor como estuvo el de mi Madre. Ambos nos dimos totalmente por las almas. ¿Y tú?
Tienes miedo de perder tu vocación, de convertirte en seglar, de faltar a la perseverancia.
No, tú vocación es amar y sufrir y salvar almas y dando el paso cumplirás el deseo de Mi Corazón para ti. Vestirás con sencillas ropas indias o más bien como vistió Mi Madre, sencilla y pobre.
Tu hábito actual es santo porque es Mi símbolo. Tu sari llegará a ser santo porque será Mi símbolo.

Dame luz, envíame Tu propio Espíritu, quien me enseñará Tu propia Voluntad, quien me dará fuerzas para hacer las cosas que Te complacen. Jesús, Jesús mío, no me dejes ser engañada. Si eres Tú quien desea tanto, dame una prueba, si no, deja que abandone mi alma.
Confío en Ti ciegamente, ¿dejarás Tú que mi alma se pierda? Tengo mucho miedo, Jesús, tengo muchísimo miedo, no me dejes ser engañada, tengo mucho miedo. Este miedo me muestra cuánto me quiero a mí misma. Tengo miedo del sufrimiento que vendrá, llevando una vida india, vistiendo como ellos, comiendo como ellos, durmiendo como ellos, viviendo como ellos y no haciendo nunca nada a mi estilo. Cuánta comodidad ha tomado posesión de mi corazón.
Has estado siempre diciendo “haz conmigo lo que desees”. Ahora quiero actuar, déjame hacerlo. Mi pequeña esposa. Mi pequeñita. No tengas miedo, estaré siempre contigo. Sufrirás y sufres ahora, pero si eres Mi pequeña esposa, la esposa de Jesús crucificado, tendrás que soportar estos tormentos en tu corazón. Déjame actuar. No, Me rechaces. Confía en Mi amorosamente, confía en Mí ciegamente.
Jesús, Jesús mío, soy sólo Tuya, soy tan estúpida. No se que decir, pero haz conmigo lo que Tú desees, como Tú lo desees, durante todo el tiempo que Tú lo desees. Te amo no por lo que das, sino por lo que quitas Jesús.

Video: llamada directa.
Adoración de la cruz.
ME LEVANTARE

Me levantaré e iré a mi Padre.
Le declararé: te amo, Señor.

EL SENYOR ES LA MEVA FORÇA

El Senyor es la meva força
El Senyor el meu cant
Ell ha estat la salvaciò
En ell confie i no ting por
En ell confie i no ting por


DONA’M FE
Dona’m fe. Dona’m més fe, Senyor.
Augmenta en mi la fe i l’amor.
Dona’m mes fe Señor, dona’m mes fe.
Dona’m mes fe Señor, dona’m mes fe.

YENDO CONTIGO
Yendo contigo, nada me inquieta
Marcho con paz y fuerza
Yendo contigo, todo se espera
Cada mañana es nueva

NADA TE TURBE
Nada te turbe, nada te espante
Quien a Dios tiene nada le falta
Nada te turbe, nada te espante
sólo Dios basta

MIRAME JESUS
Mírame Jesús, pon tus ojos en mi
Te pido Señor que te fijes en mi.

Gracias Jesús, por mirarme así
Gracias Señor por mirar con amor
Peticiones.-
Por los diez paises más pobres del mundo: Irak, Afganistan, Liberia, Somalia, Sierra Leona, Burkina Faso, Guinea Bissau, Níger, Mali y Mozambique.
Ten piedad, Señor, ten piedad.

Por los niños que sufren la pobreza en República Centroafricana, Chad, Etiopía, República Democrática del Congo, Burundi, Costa de Marfil, Zambia, Malaui, Benin y Angola.
Ten piedad, Señor, ten piedad.

Por las víctimas de la guerra en Ruanda, Guinea Conakry, Tanzania, Nigeria, Eritrea, Senegal, Gambia, Uganda, Yemen y Togo.
Ten piedad, Señor, ten piedad.

Por los millones de enfermos de SIDA en Zinbabue, Timor Oriental, Yibuti, Kenia, Sudan, Haiti, Papua-Nueva Guinea, Camerún, Madagascar y Nepal.
Ten piedad, Señor, ten piedad.

Por nuestros silencios ante los no nacidos, que mueren víctimas del aborto.
Ten piedad, Señor, ten piedad.

Pero también por nuestros silencios ante quienes mueren tratando de cruzar el estrecho, en pateras y cayucos.
Ten piedad, Señor, ten piedad.

Y a los que son muertos vivientes: los transeúntes,
drogadictos, presos en las cárceles, inmigrantes sin papeles, marginados y aquellos que son despreciados cuando se les encuentra recibiendo ayuda de Cáritas.
Ten piedad, Señor, ten piedad.

52 MARIA LA MARE BONA (cej2)
Quantes coses a la vida
que semblen omplir-ho tot
i no son mes que mentires
que s’amaguen dins del cor.

Tu has obert la meua vida
estimant-me de debó,
jo voldria mare bona ser com tu.

En silenci escoltaves
la paraula de Jesus,
i la feies pa de vida
amb l’amor teu tan profund.

Com llavor que cau a terra
i germina sense por.
Amb el cor ple d’alegria et vull cantar.
AVE MARIA, AVE MARIA,
AVE MARIA, AVE MARIA.

Des del temps de la infantesa
has estat al meu costat,
prop de Dèu jo hem sentia,
de la teua ma agafat.

Pel camí de l’esperança
amb la fe jo m’he trobat,
i a la nit sempre has estat la meua llum.

No hem deixes mare meua,
resta sempre així com cal,
perque puga cada dia
compartir amb els germans,

tot el que has fet per nosaltres,
un somris d’eternitat.
La plegaria més senzilla et vull cantar.
AVE MARIA, AVE MARIA,
AVE MARIA, AVE MARIA.

Padrenuestro.
Oración.
Señor, Padre santo, tú que nos has mandado escuchar a tu Hijo, el predilecto, alimenta nuestro espíritu con tu palabra; así, con mirada limpia, contemplaremos gozosos la gloria de tu rostro. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRÓXIMA ORACIÓN: Atzeneta.