jueves, 25 de noviembre de 2010

DOMINGO I DE ADVIENTO – CICLO A –

Destellos
«Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso. »



http://destellos2010.blogspot.com/

PRIMERA LECTURA

Lectura del Profeta Isaías 2,1-5.

Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén:

Al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor, en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas.

Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos: Dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob.

El nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén la palabra del Señor.

Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas.

No alzará la espada pueblo, contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra.

Casa de Jacob, ven; caminemos a la luz del Señor.

MEDITACIÓN
El profeta Isaías nació hacia el 765 a.C. y escribió este fragmento en el primer periodo (Is 1-5). Éste transcurrió desde la acogida de su vocación profética (740 a.C.) hasta el reinado de Ajaz (736 a.C.). Fueron unos años en los que el interés del profeta se centraba en la corrupción moral en la que se encontraba sumida Judá, fruto de la prosperidad y el bienestar.
Así en el primer capítulo el profeta denuncia la hipocresía y corrupción en la que se ha sumido la ciudad de Jerusalén, en la cual el huérfano y la viuda, personficación de los marginados sufren la injusticia por parte de los jefes del pueblo, amigos de sobornos y regalos (Is 1, 23).
Pero el profeta no se resigna a esta situación, tras la denuncia nos ofrece un canto de esperanza, pues su mirada va más allá de la realidad que se observa, se eleva a lo alto y contempla a Jerusalén acogiendo a todos los pueblos. Purificada la ciudad acoge la Ley y la Palabra y ésta atrae a todos los hombres, transformando las espadas en azadas y las lanzas en podaderas.
Ciertamente Jerusalén es Jesucristo, quien con la Palabra y la Ley escrita en el Evangelio, el Nuevo Testamento y la enseñanza de la Iglesia atrae a todos hacia sí. Este final de los tiempos es escatológico, es decir, ya pero todavía no. En el presente los pueblos caminan hacia Dios y ya es visible la infinidad de personas que suben a través de la Iglesia hacia Cristo, conduciendo su vida con la luz del Evangelio y transformando las espadas y las lanzas que hay en su corazón en azadas y podaderas, su pecado en gracia, su egoísmo en entrega generosa por los demás.
También nosotros en cuanto educadores Juniors tenemos la misión de ser la Jerusalén donde niños, jóvenes y padres atraigamos a todos. Somos apóstoles, testigos de esta luz que atrae a todos los pueblos. Al iniciar el año litúrgico sintámonos atraídos por Cristo presente en la Iglesia y asumamos nuestra responsabilidad, pues la misión de Juniors es mostrar esta luz para que en la sociedad se transformen las espadas en azadas.



SALMO RESPONSORIAL. Sal 121, 1-2. 3-4a. 4b-5. 6-7. 8-9

R/. Qué alegría cuando me dijeron:
"Vamos a la casa del Señor"

Qué alegría cuando me dijeron:
"Vamos a la casa del señor"
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor.

Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.»

Por mis hermanos y compañeros
voy a decir: «La paz contigo.»
Por la casa del Señor nuestro Dios,
te deseo todo bien.

MEDITACIÓN
Con Israel: al llegar a los valles que rodean la ciudad el peregrino queda impresionado por la visión de ésta y la solidez con la que se levanta entorno al Monte Sión, donde Abraham intentó sacrificar a Isaac y Salomón asentó el templo. Al igual que ocurre a quien vive en un pequeño pueblo el visitante queda fascinado, por las construcciones, los palacios y las torres de defensa, por el bullicio de sus habitantes,… Pero además para el peregrino judío Jerusalén es la ciudad en cuyo nombre se encuentra la palabra paz (“salem”) y ella le hace honor. Allí se encuentran los tribunales garantes de la paz, pues administran justicia y allí se encuentra el templo donde el creyente ofrece sacrificios para alcanzar la paz con Dios.
Con Jesús: para nosotros Jerusalén ya no es una ciudad de piedra, sino una persona, es Jesús. Él es quien reúne a todos los pueblos, el Príncipe de la Paz, el Juez que vendrá al final de los tiempos a juzgar, el que nos ofrece la seguridad de sabernos protegidos por sus manos y el que motiva broten de nosotros todos los deseos buenos.
Con nuestro tiempo: está necesitado de Cristo. En medio de tanta crisis y crispación política necesitamos de Alguién que nos ofrezca garantías, sacie nuestros anhelos de paz.
Con los juniors : Jesús es la ciudad a la que invitamos a acercarse a los niños, hagamos nuestros estos sentimientos e impregnemos de ellos la vida de los juniors.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 13, 11-14a
Hermanos:
Daos cuenta del momento en que vivís; ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz.

Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo.
MEDITACIÓN:
El Apóstol se encuentra en Corintio, durante el invierno del 55-56 y a punto de partir para Jerusalén, de donde espera ir a Roma y de allí a España. Y en estas circunstancia tras decirles lo que son les dice lo que deben ser con una serie de indicaciones importantes:
“Dos cuenta del momento en que vivís”: es decir, tomemos conciencia de nuestro presente, este se encuentra inserto en el “kairós”, en los “últimos tiempos”, los que transcurren desde la muerte y resurrección de Cristo y su Segunda Venida. Son tiempos distintos a los del Antiguo Testamento, Cristo ha inaugurado el final de la historia, si bien esta puede durar milenios, pero con su muerte y resurrección ha habido un cambio cualitativo del tiempo, éste es de salvación, es el final de la noche. Y nosotros gracias al bautismo ya participamos, somos conscientes, de todo lo que representa, de sus beneficios. Vivimos entre dos luces, como ocurre en el amanecer contemplado desde la orilla de la playa, los primeros rayos ya acarician las rocas de nuestra vida. No pertenecemos a las tinieblas, al pecado. Pero, ¿realmente es así? ¿la luz de los primeros rayos de la nueva humanidad, del amanecer sin ocaso se reflejan en el espejo de nuestra vida, entra en los cristales de nuestra alma?
Dios cuenta con nosotros, podemos ser ventana abierta o cerrada, vivir desde el pecado o desde el amor, desde la verdad de nuestra vida o desde la mentira, evadiéndonos de las exigencias cristianas, de la vida tal como es, con sus durezas, sus exigencias y renuncias.
La Palabra de Dios hoy nos despierta zarandeándonos. Así pues, seamos muy autoexigentes: ¿cuál ha sido la última vez que he comido sin freno, olvidando a los que tienen hambre? ¿y la última borrachera? ¿en qué cena o fiesta no dije “no más” al alcohol que estaba en la mesa o me ofrecían? ¿cuándo me he dejado llevar por las hormonas? ¿Y mi carácter, ha sido pacífico o últimamente me he dejado llevar por el mal humor y los enfados con los demás?
Exigente conmigo mismo y comprensivo con los demás. Pero, comprensivo puede que lo sea, ahora bien, sinceramente ¿soy exigente conmigo mismo desde la radicalidad que hoy Dios me propone a través del Apóstol Pablo?
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 24, 37-44
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.
Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre:
Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán.
Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor
MEDITACIÓN
Comenzamos un Año Litúrgico nuevo y por tanto un ciclo litúrgico distinto, volviendo al Año A. En él nos acompañará el evangelista Mateo, quien nos presentará el Misterio de Jesús alternando enseñanzas y hechos y sistematizando las primeras en cinco grandes discursos (Sermón de la Montaña, Misionero, Siete Parábolas sobre el Reino, sobre la Vida Comunitaria y el Discurso Escatológico entorno al final del mundo). Precisamente comenzamos con el último de los discursos, iluminando de este modo la temática de la primera parte del Adviento, centrada en la espera de la Segunda Venida de Cristo al final del mundo, mientras la segunda parte (a partir del 18 de diciembre) nos ayudará a prepararnos para celebrar la Primera Venida de Cristo en Belén.
La espera nos conduce a una actitud de vigilancia y espera de la venida de Cristo. Él va a venir y nosotros no podemos estar como si no lo supiésemos ni vivir como viven los que no creen en Él. A partir de ahí podemos pensar en nuestra muerte o también en las numerosas llamadas que Jesús nos está dirigiendo. Quizás no nos sintamos llamados, pero no olvidemos, nos va a llamar, Él quiere hacerse presente en nuestra vida. A quienes le seguimos Él, que es novedad, puede llamarnos a vivir la vida de otro modo, nuevo totalmente, en otras circunstancias o puede llamarnos a través de una tarea que nos encomiende el consiliario o el movimiento junior.
La Campaña de este año nos sitúa en esta dinámica del Adviento y nos ayuda a responder al Evangelio que hemos escuchado-meditado: “I ara escolta”, es momento de salir de nosotros mismos, de marcar la diferencia con los que no son juniors, pues ¿acaso no nos ha pasado como a los dos hombres que estarán en el campo? Dos jóvenes estudiaban en el mismo instituto e iban a los juniors, a uno se lo llevaron, es decir, entró como educador y el otro, quizás con mayores cualidades, no entró a formar parte del equipo de monitores. La iniciativa siempre es de Dios, no nuestra y pocas veces, por no decir nunca, sigue los criterios humanos, nuestra lógica.
I ara escolta, ponte en esa actitud, comienza el nuevo Año Litúrgico y el Adviento quitándote los auriculares que te evaden y comienza a escuchar, porque Dios va a llamarte al móvil de tu vida, o mejor dicho, te está llamando y el problema es que donde te encuentras no hay cobertura, estás en tus intereses, sólo te preocupa el fin de semana y si la “coges” mejor que mejor, hay muchos lugares donde apenas tienes cobertura y otros donde si lo hay. ¿Sabes cuáles? Te lo voy a indicar, busca el libro Cridat y comienza a leerlo. Te garantizo que allí hay unos puntitos de cobertura, cuanto más pasees por Él más tendrás, alguna vez parecerá que se pierde pero siempre con paciencia y constancia podrás escuchar allí la llamada de Dios.
LOS SANTOS PADRES
Los que oyen con toda claridad el Evangelio y lo viven de modo que nada de él les esté oculto, no se preocupan demasiado si el fin del mundo vendrá de repente o gradualmente; tan sólo tienen presente que el final de cada uno tendrá lugar sin conocer el día ni la hora de su muerte. Y como “el día del Señor vendrá como un ladrón” sobre cada uno de nosotros, es necesario estar vigilantes tanto por la tarde (es decir, en la juventud), como a media noche (es decir, en la madurez de la azarosa vida humana), como al amanecer (es decir, en la vejez), como al mediodía (cuando la ancianidad está ya avanzada), para que cuando venga Dios, el Verbo, para llevar a la plenitud su vida, sea reunido aquel a quien no le haya entrado el sueño y se haya dormido.
Orígenes
Todo esto son pruebas de que el Señor sabía perfectamente el día, pero no quería que sus discípulos le preguntaran sobre él. (…) Y a mi parecer también nos indica que su venida será por la noche. Eso lo dice expresamente Lucas (Lc 17,34). Mirad cuán puntualmente lo sabe todo.
Juan Crisóstomo

Los dos hombres en el campo –los dos pueblos de los creyentes y de los infieles – serán sorprendidos en el mundo por el día del Señor, por así decir, en la actividad misma de la vida. Es entonces cuando serán separados; uno será dejado y el otro tomado. Respecto de las dos mujeres que se encuentran moliendo ocurrirá lo mismo. La acción de moler es la actividad de la Ley. Mas una parte de los judíos ha creído por medio de Elías, también creerá por medio de los apóstoles y serán justificados por la fe. Así pues, una parte será tomada por la fe misma que obra el bien, y la otra será dejada en las obras estériles de la Ley, moliendo en vano y no produjeron el pan del alimento del cielo.
Hilario de Paoitiers
El dueño de la casa es el alma; el ladrón es el diablo; la casa son nuestros cuerpos; las puertas son la boca y los oídos; y las ventanas los ojos. Así como el ladrón entra con facilidad por las puertas y las ventanas, y roba al dueño de la casa, así también el diablo encuentra ocasión para entrar fácilmente en el alma por la boca, los oídos y los ojos del hombre, y hacerla cautiva, tal como en Jeremías está escrito: la muerte ha entrado por nuestras ventanas (Jr 9,21). Por tanto, si quieres estar seguro, pon una cerradura en tu puerta, es decir, aplica la ley del temor divino a tu boca, para que puedas decir con el profeta: yo me decía: Vigilaré mis caminos para no pecar de lengua, pondré mordaza a mi boca (Sal 38,2)
Anónimo

Tomado del libro La Biblia Comentada por los Padres de la Iglesia 3. Ciudad Nueva.

ORACIÓN DESDE LA METODOLOGÍA JUNIOR.

Experiencia.-
Apago todas las luces de la habitación y el ordenador. Recuerdo los momentos de oscuridad en mi vida: a nivel físico (una enfermedad), personal (un momento de “bajón”), familiar (la muerte de un ser querido o los apuros económicos de mis padres), social (cuando por un malentendido los amigos me han marginado), intelectual (dudas acerca de la vida), religioso (crisis de mis creencias), moral (situaciones en las que me he sentido pecador, no son las faltas de cada día, o sea, el costarnos levarnos, ser perezosos, discutir,…).
Reflexión.-

Enciendo una vela o una pequeña luz y lee el evangelio. También puede servirme el conectar de nuevo el ordenador y leer el evangelio de esta publicación o mejor aún los montajes audiovisuales de las Benedictinas de Montserrat (http://www.benedictinescat.com/Montserrat/indexceramcast.html ). ¿Qué dice Jesús a estas situaciones? ¿Cómo debiera haber actuado si lo hubiese vivido desde estas enseñanzas? ¿Qué me está diciendo en estos momentos Jesús? Es importante el silencio y el tiempo. Lee el texto, repite la frase que más te ha llamado la atención, dale tiempo a Jesús para que te hable, respeta su libertad y si no te dice nada, si después de quince minutos sigues igual, no te importe, el amor respeta los silencios de la persona amada.

Compromiso.-

Toma una vela, a ser posible, un velón pequeño o lumina, dentro de un cuenco de cristal como los que fabrica Vidrios San Miguel de Aielo de Malferit, enciéndela y contémplala durante unos instantes, proponte llevar esta luz, es decir, tú mismo, a alguna persona que necesite de tu presencia.

Celebración:

Toma la vela, reza una de las dos oraciones, o sencillamente, si el Espíritu ha iluminado tus tinieblas, tu corazón, reza lo que fluya de él.

ORACIÓN AL COMIENZO DE LA REUNIÓN

EXPERIENCIA:

Elementos presentes siempre en las oraciones: cruz de San Damián (Togo), icono de la Virgen María, Biblia abierta y cartel.

Signo de esta semana: corona de adviento.

Preparación: analizamos esta ilustración y la relacionamos con nuestra vida: ¿cuáles son los ruidos externos que más nos molestan? ¿y los internos (problemas, preocupaciones, rencores, distracciones,…?


Proclamación de la Palabra de Dios: Lc 10, 38-41. En la escena Jesús es invitado al hogar de esta familia, allí hay dos hermanas: Marta y María. La primera cree que atender al Maestro significa preparar la comida, tenerlo todo en orden, en su interior hay muchos ruidos. La segunda, María, tiene la virtud de apartarse del ajetreo, a pesar de los ruidos que provoca Marta con su ir y venir en los múltiples servicios, hacer silencio y escuchar a Jesús.
REFLEXIÓN:

Interiorización:
Para orar el silencio es fundamental, sin silencio no hay oración, al igual que ocurre con el amor, sin espacios de silencio es imposible amar y sentirse amado. Así el educador orante es el que trata de apagar los ruidos que hay en su interior:
Los que provienen del pasado: el rencor y la rabia ante situaciones y personas que nos hicieron daño, la nostalgia y añoranza, las ideas preconcebias de cara a los demás.
Las que interfieren el momento presente: la autoestima incorrecta, el sentimiento de inferioridad, el estado de soberbia y agresividad, las prisas uqe me sitúan en lo siguiente que voy a hacer y no en lo que estoy haciendo ahora (dejarme amar por Dios), la envidia, la competitividad,…
Los que afectan al futuro: los deseos, los miedos,…
El Cridat pg. 16 nos ofrece unos medios muy buenos para superarlos, podemos leerlos cada uno con su libro y compartir la frase que más nos ha ayudado o comentar con el consiliario o formador las dudas que susciten el texto.


COMPROMISO:

Gesto: nos cogemos de la mano y cada uno reza en silencio lo que desee y al mismo tiempo pide en silencio para que Dios escuche las oraciones de sus compañeros.

CELEBRACIÓN:

Oración final: espontánea, cada uno aporta lo que desea.

Próxima semana: leer la sección Comprométete (pgs. 17-20), responder a las preguntas y anotar en una hoja las respuestas a fin de compartirlas en la reunión.
Oración. DESPERTAD..... LOS OJOS
Despertad, abrid los ojos,
se acerca vuestra liberación.

Despertad de los sueños y abrid los ojos hacia el futuro.

Despertad y dejaos mirar por unos ojos
que ven en ti mucho más dentro de lo que ven los demás
y de lo que nosotros vemos de nosotros mismos.

Despierta y déjate mirar por alguien
que no se fija en nuestros defectos
ni en nuestras incapacidades.

Abre los ojos y déjate mirar por este niño
que ve todas las posibilidades escondidas en nosotros.
El las ha puesto en cada uno, en cada una.

Despertad y abrid unos ojos capaces de transmitir
que el cambio es posible,
e incapaces de condenar,
de reprochar y de acusar.

Despertad abrid los ojos
como lugar de admiración
de ternura, de compasión,
de disculpa, de comprensión,
de compasión
Y no como lugares de negatividad,
dureza, posesión,
superficialidad, indiferencia
prejuicios.

Despertad, abrid los ojos
tentados de poseer, de juzgar y saber.
Quitad las escamas y las legañas de las desconfianzas
los recelos y las sospechas,
los temores y las suspicacias

Despertad abrid los ojos.
Se acerca vuestra salvación, aquí ya en esta tierra
poblada de aullidos, de guerras, de integrismos y suicidios.
Se acerca vuestra salvación,
está aquí ya , entre nosotros.
La salvación es posible, es real.
aquí en esta tierra, habitada de buenas intenciones
de sueños, de fantasías, de ilusiones.
Despertad.
Abrid vuestros ojos


ORACIÓN DEL PRIMER DOMINGO: GRACIAS
Te entrego Señor mi vida: hazla fecunda.
Te entrego mi voluntad, hazla semejante a la tuya,
Toma mis manos, hazlas acogedoras,
Toma mi corazón, hazlo ardiente,
Toma mis pies, hazlos caminantes,
Toma mis ojos, hazlos transparentes,
Toma mis cansancios, hazlos tuyos,
Toma mis muertes, hazlas vida,
Toma mi pobreza, hazla tu riqueza,
Toma mi nada, haz lo que quieras.
Toma mis pecados,
mis faltas de amor, mis eternas desilusiones,
mis horas de amargura.
Dame el don de descubrir tu presencia,
el don de amarte como pueda,
el don de servir a los demás,
el don de poder esperar y
celebrar tu venida.


Tomado de: http://www.juniorsmd.org/ Sección Formación. 30-11-2007. Oraciones para Adviento 2007.

GUIÓN CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA.
Monición de entrada.-
Queridos amigos:
Hoy empieza en la Iglesia empieza un año nuevo, en el que escucharemos el evangelio de San Mateo. Y empieza con un tiempo muy bonito, porque no son unas semanas tristes sino alegres, el Adviento. El color morado de la vestidura del sacerdote significa esperanza, por que Jesús va a venir. La corona de Adviento nos dice que hemos de estar despiertos y con la llama de nuestra fe viva y nos va indicando que la Navidad se acerca. Y las lecturas nos ayudarán a vivir así, esperando sin dormirnos, velando, preparando el camino a Jesús y estando alegres.
Bendición de la Corona de Adviento.-
Los niños y niñas de catequesis vamos a montar la corona. Así traemos las ramas verdes que significa también la esperanza y la vida bonita. Y colocamos los cirios que iremos encendiendo para decirnos a todos que cada semana nuestro corazón está más iluminado. En la corona este año colocamos la frase “ojalá escuchéis hoy su voz, la voz del Señor” y el amigo de Jesús que nos acompaña esta semana: el profeta Isaías.

Sacerdote:

La tierra, Padre, está muy alegre estos días y los niños de catequesis también porque se acerca tu Hijo Jesús como el sol cuando sale de mañana, con una luz muy grande, y lo hace para hablarnos al corazón y despertarnos de la tristeza. ¡Ojalá aprovechemos estas semanas de Adviento!
Llenos de esperanza los niños de catequesis han preparado esta corona con ramas y la hemos adornado con las velas que iremos encendiendo cada domingo.
Ahora te pedimos que mientras cada domingo hay más luces encendidas a nosotros, a los niños, a las catequistas y a la comunidad parroquial nos ilumines con las enseñanzas de Jesús, que son la luz que ilumina a todas las personas.

Señor, ten piedad.
Porque somos perezosos. Señor, ten piedad.
Porque somos comodones. Cristo, ten piedad.
Porque somos un poco gandules. Señor, ten piedad.

Monición a las lecturas.
¡Qué bonita que es esta Iglesia! Ella está construida en una de las partes más altas del pueblo y el campanario lo vemos desde el río y el campo. Ella es como la ciudad de la que habla el profeta Isaías, la que nos reúne y donde aprendemos a ser mejores.

Monición evangelio.
Hola:
Eh, despertad, que os estáis durmiendo. Pero ¿qué os pasa? ¿Qué os acostasteis tarde anoche? Mirad Jesús quiere decirnos algo a nosotros y para eso tenemos que estar despiertos, estad atentos.

Homilía. les explicamos el sentido del Adviento, mediante los símbolos de este tiempo, también el dibujo de Fano nos puede ayudar a ello. La palabra Despertad nos puede ayudar (¿qué ocurre cuando estamos dormidos? ¿si nos van a decir una noticia muy buena nos enteramos? y ¿si en ese momento visita nuestra casa una persona que queremos mucho? Los cristianos hemos de estar siempre con los ojos abiertos, porque Jesús nos puede visitar, especialmente en las personas que se acercan a nosotros para pedirnos ayuda.

Peticiones.-
Por la Iglesia, para que Jesús esté siempre en ella y la acompañe. Roguemos al Señor.
Por todos los países para que ayuden a Jesús que viene en los cristianos y en las personas que sufren. Roguemos al Señor.
Por los enfermos para que sientan que Jesús está muy cerca de ellos. Roguemos al Señor.
Por nosotros, para que a través del camino que va a comenzar nuestra diócesis nos acerquemos más a Jesús. Roguemos al Señor.


Ofrendas.-
Te presentamos el agua, con la que vamos a regar el árbol para que esté siempre verde.
Te presentamos la caja con los compromisos del adviento, ellos nos ayudarán a prepararnos para la navidad.
Te presentamos la cuna del Niño Jesús.
Te presentamos el pan y el vino pues sin ellos no podrías estar con nosotros en la comunión.



Acción de gracias.-

Los niños toman de la cajita un compromiso y lo leen.


JÓVENES EJEMPLARES:
Santa Rosa de Viterbo

Hacia 1234 nació en Viterbo, siendo hija de los campesinos Juan y Catalina, cristianos pobres. La niña mostró desde su tierna infancia una gran ssibilidad hacia Dios. Así prefería pasar largos ratos ante las imágenes de los santos a jugar con otros niños. Tal como ocurre muchas veces, desde esos años en los que se vertebra la personalidad propia y se vislumbra el carácter de quien llegará a ser una persona adulta, nuestra joven buscaba la soledad, realizaba ejercicios de penitencia como ir descalza por la calle o privarse de la comida. Estos medios, oración y penitencia le conducían a entregarse a los pobres con un gran cariño y compartiendo con ellos lo que tenía.
Pronto se sintió llamada a entregarse a Dios en la vida religiosa y buscó el convento más cercano, el que se hallaba en Viterbo, sin embargo las monjas de San Damián no la aceptaron. Pero cuando una ventana se cierra en la vida Dios abre otra y ella, cuentan sus biógrafos, sencillamente no pudiendo vivir en un convento, convirtió su casa en unn claustro.
A los ocho años, víctima de las penitencias contrae una grave enfermedad, de la que es curada por la Virgen María, quien además le manda tomar el hábito de la Tercera Orden de San Francisco, la rama que fundó el Pobre de Asís con el fin de acoger a aquellos que sin renunciar al matrimonio o a sus ocupaciones, deseaban vivir el estilo de vida de los hermanos menores, las enseñanzas de san Francisco. Y así recibió el hábito franciscano en la Iglesia de Santa María, comenzando su vida de apóstol, predicando sobre la pasión de Cristo y los pecados de los hombres. Así descubrimos la grandeza de Dios que se sirvió de una pobre y humilde niña para anunciar el mensaje de Cristo.
Su predicación y su defensa del Papa le llevó a sufrir la ira de los partidarios del Emperador Federico II, enemigo del primero. De este modo ograron expulsarle de su ciudad, marchando con sus padres a Soriano, donde siguió predicando y denunciando los pecados del pueblo, reuniendo entorno a sí multitudes y provocando la conversión de numerosas personas. El emperador murió, cumpliéndose su predicción y dieciocho meses después regresó a Viterbo, siendo aclamada por todos. Y por segunda vez intentó entrar en un convento, Santa María de las Rosas y por segunda vez encontró cerradas las puertas del claustro, convirtiendo su casa en un monasterio, en el que ingresarán algunas amigas suyas, viviendo en silencio y oración, iluminados ambos por sus enseñanzas y la Regla o normas de la Tercera Orden Franciscana, escritas por S. Francisco. A los 17 años y 10 meses murió, siendo trasladado su cuerpo al Monasterio de San Damián por parte del Papa Alejandro IV, cumpliendose la profecía anunciada por ella cuando no fue admitida. El papa valenciano Calixto III la canonizó.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Nº 60. 21 de Noviembre de 2010.


PRIMERA LECTURA

Lectura del segundo libro de Samuel 5,1-3

En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron:
— «Hueso tuyo y carne tuya somos; ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: “Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel.”»
Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel.

Palabra de Dios.

MEDITACIÓN
El texto pertenece se enmarca dentro del segundo libro de Samuel, estos dos volúmenes dedican un amplio espacio al rey David, uno de los personajes más interesantes del Antiguo Testamento, un hombre presentado con sus grandezas y miserias, sus virtudes y flaquezas. Es en 1 Samuel 16 cuando nos presenta al monarca, el más pequeño de los hijos de Jesé, ungido por Samuel, gracias a sus dotes musicales logra apaciguar el estado anímico del rey Saul, convirtiéndose en escudero y merced a ello logra derrotar al gigante Goliat, granjeándose la estima del pueblo y los celos del rey.
El fragmento se sitúa tras la muerte de Saúl y sus tres hijos. David había sido ungido rey de su tribu, Judá. Con la muerte del único descendiente de Saúl, Isbaal, las otras tribus marchan a Hebrón y allí le ungen como rey de Israel.
De este modo queda instaurada la dinastía de David, llamada a reinar eternamente, pues de ella nacerá Jesús, quien “recibirá el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin” (Lc 1, 32-33).
La labor de David fue cuidar de su pueblo y guiarlo. También nosotros hemos sido ungidos por el espíritu en el bautismo y la confirmación y por tanto tenemos una misión concreta, ser cauce de unión y no de división entre las diferentes tribus de Israel, estar al servicio de ellas. Así conviene preguntarnos si vivimos nuestra condición de responsables juniors desde esta actitud de servicio, buscando unir y no separar. Si en el centro somos puente o muro y entre los niños, en cuanto educadores, buscamos ser buenos pastores, reinar sirviéndoles, construyendo grupo y evitando todo particularismo en el trato.

SALMO RESPONSORIAL. Sal 121, 1-2. 3-4a. 4b-5
R/. Qué alegría cuando me dijeron:
"Vamos a la casa del Señor"

Qué alegría cuando me dijeron:
"Vamos a la casa del señor"
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R/.

Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.

MEDITACIÓN
Con Israel: es fácil situarnos en el ambiente y los sentimientos que afloran cuando este salmo es cantado por los peregrinos. Es el gozo que tienen quienes realizan el Camino de Santiago, al contemplar la Catedral del Apóstol. La ciudad es bella, máxime para quien ha vivido en un pequeño pueblo. Le impactan las calles, las casas, los palacios y el templo construido por Salomón, cuya explanada y muros siguen impresionando en la actualidad. Para el peregrino Jerusalén es el centro de su vida y religión, es la Casa de Dios, la Ciudad de la Paz donde tiene su trono el rey David.
Con Jesús: hacia ella subió Jesús todos los años, a celebrar el nombre del Señor y Jerusalén estará siempre unida a su persona. Será la ciudad donde Él instituirá la Eucaristía, fuera de sus muros morirá en la cruz y resucitará, convirtiendo la ciudad en centro de peregrinación. Allí millones de cristianos nos hemos arrodillado para confesar nuestra fe en Jesucristo, el Hijo de Dios, nuestro Salvador y Redentor que murió y resucitó en esta ciudad.
Con nuestro tiempo: necesitamos creer en un lugar así, donde reine la paz, donde el ser humano se sienta protegido y amado. Esta ciudad no existe en nuestro mundo. Jerusalén está dividida y entre sus muros hay odio y violencia. Pero que no exista aquí no significa que no exista, pues sí, se encuentra en otro lugar, es la Jerusalén Celestial y para creer en ella hemos de mirar a lo alto, salir de nuestra mirada de escarabajo, de “tejas para abajo” y tener la mirada de Juan, el Evangelista, la del águila que asciende. Nuestra vida es un caminar hacia esta Jerusalén, por eso podemos cantar “Que alegría cuando me dijeron, vamos a la Casa del Señor, ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén”. Sí, el umbral de Jerusalén es esta vida, está en el bautismo, estamos a la puerta del Cielo. Desde aquel día hemos comenzado a entrar en la Jerusalén Celestial.
Con los juniors : Y Jerusalén también es el templo parroquial, es la capilla del campamento. El salmo nos ayuda a sembrar en los niños los sentimientos de gozo por acercarnos al templo, al lugar donde Dios tiene su casa. Es una buena ocasión para ayudarles a entrar en Jerusalén, descubrir la Iglesia no como un bonito edificio, sino como lo que es, la Casa de Dios.


SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 12-20
Hermanos:
Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz.

Palabra de Dios.
MEDITACIÓN:
Nos encontramos ante un himno sobre Jesús, el cual comienza ofreciéndonos lo que Jesús ha hecho por nosotros, su obra salvadora: participar e la herencia destinada al Pueblo Santo, es decir, la Tierra Prometida, la Vida Eterna junto a Dios, que en principio era para Israel pero gracias a Cristo es para todos nosotros; salir de las tinieblas en las que vivíamos, es decir, la falta de sentido de la vida, la ausencia de valores, el egocentrismo que nos inundaba para entrar en la luz que es Jesús; y el perdón de los pecados y este no a cualquier precio, sino a precio de la sangre de Cristo, expresión máxima de amor total, pues la sangre de la madre a través del cordón umbilical es la que da la vida al hijo o hija, dar la sangre es un signo de amor que siempre tiene un fin, que el otro tenga vida. Así nos ha amado Jesús, hasta perderse totalmente por nosotros y mostrarnos la grandeza de un Dios que es Perdón y Misericordia.
Por otra parte el himno nos ofrece los títulos de Cristo: es a través de Él como el ser humano puede ver a Dios, el Amor tiene rostro y el rostro del Amor es Cristo; es el primero de todos nosotros, en cuanto hombre, el medio por el que Dios creó, la Palabra del Génesis que crea todo cuanto existe.
El himno nos ha de llevar a la contemplación de Cristo, desde la festividad de este domingo. Es una nueva perspectiva sobre el Misterio de Jesús, que ilumina y complementa las ofrecidas por la Primera Lectura y el Evangelio.
EVANGELIO
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 23, 35-43
En aquel tiempo, las autoridades hacían muecas a Jesús, diciendo:
— «A otros ha salvado; que se salve a si mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido.»
Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo:
— «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.»
Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: «Éste es el rey de los judíos.»
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo:
— «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.»
Pero el otro lo increpaba:
— «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada.»
Y decía:
— «Jesús, acuérdate de mi cuando llegues a tu reino.»
Jesús le respondió:
— «Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso.»
Palabra del Señor.
MEDITACIÓN
Siguiendo las contraposiciones de las que se sirve Lucas (Marta y María, Lázaro y el rico, el hermano menor y el mayor,…), en la lectura descubrimos varios personajes contrapuestos, cuyas palabras son un eco de las tentaciones del desierto.
Quienes han sido perdonados por Jesús porque no saben lo que hacen, en un momento donde la escena, realmente violenta, tres hombres agonizan en uno de los suplicios más crueles inventados por el hombre, ellos se burlan, al tiempo que indirectamente manifiestan quien es Jesús: el Mesías y el Rey. Y lo es porque vence la tentación del poder, porque su mesianismo y realeza es diferente a la concebida por los hombres. Él es la respuesta al ser humano no desde la violencia, sino estando en el mismo suplicio que el hombre y la mujer, Él reina amando a todos, confiando en las manos del Padre, perdonando a quienes le hacen daño, callando ante el que sufre y ofreciendo una palabra de esperanza a un malhechor condenado justamente a muerte.
Es éste quien le reconoce como Rey. De nuevo los humildes y pobres del Magníficat son los que acogen el Reino, los marginados (publicanos, prostitutas, samaritanos, hijos rebeldes,…) son los que le reconocen como Mesías. El buen ladrón es la María que escucha y contempla, la que no pide soluciones rápidas y tajantes, sino se deja amar por Dios. Y todo nos lleva a descubrir con el buen ladrón el Paraíso, a volver a los orígenes del ser humano. Si fue el afán de ser como dioses lo que nos lleva a perderlo, de destruir el árbol del bien y del mal, arrebatándole uno de sus frutos, ahora el Dios que se ha hecho hombre nos lo devuelve, el acoger a Dios tal como es y en él nuestra vida con su cruz, evitando toda huída violenta, la que nos lleva a hacer del hoy, del presente un paraíso, un lugar donde sin apartar la cruz, se transforma en gozo. El buen ladrón ha descubierto la verdad de la vida, entre tanto ruido y crispación, un diálogo marcado por el silencio y la paz, devuelve el gozo del paraíso al ser humano.
LOS SANTOS PADRES
Extiende tu brazo hacia la cruz, para que el Señor crucificado extienda sus brazos hacia ti; pues el que no extiende la mano hacia la cruz no puede acercarse a su mesa. Privará de su mesa a los invitados que deberían acercarse a Él hambrientos y en cambio van sacios. No te sacies antes de acercarte a la mesa del Hijo, pues te hará levantarte mientras estás hambriento todavía.
Efren de Nisibi
Contemplemos, pues, esta hermosa confesión de fe. Dijo: Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino. Lo ves crucificado y le llamas rey; soportando ignominia y sufrimiento y viniendo con gloria divina. Lo ves alzado, rodeado por el grupo de los judíos, la malvada caterva de fariseos y el pelotón de legionarios de Pilato; todos se burlaban de Él y ninguno le confesaba.
Cirilo de Alejandría

Precisamente mereció el paraíso porque pensó que la cruz de Cristo no era escándalo sino poder. ¡Oh maravilla! El ladrón alaba, mientras sufre, al que Judas había traicionado mientras lo besaba. Uno vende el afecto de la paz; el otro alaba las heridas de la cruz. Por eso dice: Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu reino. Comprende que Cristo sufría aquello por los pecados de los otros, que soportaba aquellas heridas por los delitos de los otros, y se dio cuenta que aquellas heridas en el cuerpo de Cristo, no eran heridas de Cristo, sino del ladrón, y por eso comenzó a amarlo mucho más.

Máximo de Turín
Y es que la vida verdadera consiste en estar con Cristo, porque donde está Cristo, allí está el Reino.
Ambrosio
Al interior de mis oídos llegó una palabra que me embelesó, conforme se dice en la Escritura en lo relativo al ladrón, y me consoló en medio de mis faltas. El que se mostró compasivo con el ladrón me llevará al paraíso, cuyo nombre cuando lo escucho, me llena de alegría. Mi espíritu estalla cuando trato de contemplarlo.
Ebren de Nisibi

Tomado del libro La Biblia Comentada por los Padres de la Iglesia 3. Ciudad Nueva.

ORACIÓN DESDE LA METODOLOGÍA JUNIOR.

Experiencia.-

Comienza entrando en cualquier periódico. Lee detenidamente las noticias: ¿qué temas abordan? ¿dónde está presente la cruz en ellas? Pon rostro a los crucificados, contemplando detenidamente las fotografías de quienes sufren. ¿Cómo se responde a esas cruces? ¿qué sientes al contemplar esas personas que sufren?
Reflexión.-

Toma la Biblia y lee el Evangelio de este domingo. Relaciona las respuestas de la gente y la tuya con los personajes de la crucifixión, añadiendo el versículo previo, el que nos presenta al pueblo mirando pasivamente la escena. Sitúate en el pueblo: ¿en cuál de las noticias te has sentido como ellos, ajeno al sufrimiento de los protagonistas del artículo? Sitúate en las autoridades religiosas, los soldados y el ladrón rebelde: ¿en qué momentos quisieras que Jesús manifestase su poder así? Y ahora en el buen ladrón, pon sus palabras en esos rostros, contempla la cruz y escucha de ella la palabra que Jesús les dirige.

Compromiso.-

Y tú, ¿dónde quieres estar? ¿cuál es el ideal de centro junior que tienes? ¿Un gran centro, con mucha gente y que organice buenas actividades o un centro junior que acoja a los marginados y esté al lado de ellos?

Celebración:

Mira tus manos y ofrécelas rezando la oración del buen ladrón, las palabras textuales o las de la canción.

ORACIÓN AL COMIENZO DE LA REUNIÓN

EXPERIENCIA:

Elementos presentes siempre en las oraciones: cruz de San Damián (Togo), icono de la Virgen María, Biblia abierta y cartel.

Signo de esta semana: vela encendida.

Preparación: proyectamos durante unos minutos un fragmento de la película “El Gran Silencio”.

Proclamación de la Palabra de Dios: Mt 6, 4-6
REFLEXIÓN:

Interiorización:
Dejamos tiempo en silencio. Seguidamente cada educador lee una de las frases:
El silencio es el gran encuentro.
Hay que descalzarse de nuestros ruidos interiores para entrar en el silencio.
Dios habita en el silencio.
El silencio no es sólo la ausencia de ruido, es una actitud interior.
El silencio nos ayuda a vencer la inquietud y el desasosiego
Nos cuesta vivir en silencio.
El silencio nos permite estar aquí y ahora totalmente presentes, tal como somos.
El silencio me ayuda a escucharme a mí mismo y saber lo que me pasa.
El silencio me ayuda a escuchar lo que pasa alrededor.
El silencio me ayuda a escuchar a los demás y comprender no sólo lo que me dicen, sino lo que no me dicen, sus silencios.
El silencio me ayuda a escuchar a Dios, descubrir su Palabra en sus silencios.
No hay oración sin silencio
En el silencio se hace evidente la Palabra


COMPROMISO:

Gesto: en silencio nos pasamos la luz.

CELEBRACIÓN:

Oración final: repetimos la oración del buen ladrón o rezamos la que se propone a continuación.

Oración.


No le preguntéis a nadie
por el que estaba en la cruz
basta y sobra el buen ladrón
para saber de Jesús.

Buen ladrón, buen ladrón.

Dicen que Dimas se llamaba y que aunque era un criminal
su culpa confesaba y aceptó la sentencia al saber que
moría en pago a su maldad

Pero él era un buen ladrón
y también desde la cruz
ejerció su profesión:
le robó el cielo a Jesús. (bis).

No le preguntéis…

Buen ladrón, buen ladrón.

Supo saber lo que ocurría: vio que aquel hombre era Dios.
Le dijo: "No me olvides cuando estés en tu reino".
Y Jesús le hizo un sitio junto a su corazón.

Pero él era un buen ladrón… (bis)

Fue un buen ladrón, fue un buen ladrón
Buen ladrón, el buen ladrón,
Buen ladrón, el buen ladrón.

GUIÓN CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA.
Monición de entrada:
Queridos amigos:
Hoy es un dia de fiesta para todos nosotros, porque es el último domingo del año de misas. Pues sí, el curso escolar comienza en septiembre, el año en enero y el año de misas a finales de noviembre con el primer domingo de Adviento. Así pues terminamos este año y lo hacemos mirando a Jesús que es el Rey. Pero es un Rey muy diferente a como son los que mandan en el mundo. Estad atentos y lo veréis.

Si se celebra santa Cecilia:
Queridos amigos:
Hoy es la fiesta de Jesús Rey del Universo y además las bandas de música de nuestro pueblo celebran a su patrona, santa Cecilia. Ella fue una joven que no tuvo miedo de dar la vida por Jesús, hizo de su juventud una hermosa melodía. Y nosotros también queremos ser como santa Cecilia y los músicos, llenar de notas alegres nuestro pueblo.

Señor, ten piedad.
Porque nos portamos mal con los que no son como nosotros Señor, ten piedad.
Porque nos gusta mandar y nos enfadamos cuando nos mandan. Cristo, ten piedad.
Porque cuando ganamos en el futbol o sacamos buenas notas miramos mal a los que pierden o suspenden, creyéndonos mejores. Señor, ten piedad.

Monición a las lecturas.
La Primera lectura nos va a contar lo que le sucedió a David en una ciudad. Allí fueron todas las tribus a pedirle que fuese su rey.

Monición evangelio.
Hola:
Os voy a contar una cosa, Jesús es el Rey, es el que más manda y la persona más importante que ha habido y hay, pero no es un rey como los demás, Él no se sentó en un trono como hacen los reyes ni tuvo criados, ni murió en una cama, rodeado de ellos y con sabanas limpias y buenas. Y si no os lo creéis estad atentos al evangelio.

Homilía. : les pedimos a los niños que describan en la forma de vestir a un rey, éste tendrá corona, cetro y trono; lo que distingue al rey de los demás; y donde se sienta. A continuación le mostramos la imagen de Cristo Crucificado, podemos acercarnos a un altar. Y lo comparamos, explicándoles el sentido de ser rey para Jesús: su trono es la cruz, su corona es de espinas, su cetro son las manos vacías porque lo ha dado todo. No se distingue porque mande sino porque da la vida a los demás y su lugar está allí donde hay personas que sufren, no en un palacio sino en el Gólgota. Y así hemos de ser los cristianos. En la misa de Santa Cecilia les explicamos su vida, que fue una joven rica y siguiendo a Jesús pasó por una malhechora, muriendo decapitada.

Peticiones.-
Por la Iglesia, para que como Jesús esté al lado de los que sufren. Roguemos al Señor.
Por los misioneros y los cristianos que están ayudando a los pobres, para que Jesús les ayude. Roguemos al Señor.
Por los que mueren intentando llegar a España, para que nos duela su muerte. Roguemos al Señor.
Por los gobernantes para que ayuden a los que no tienen nada. Roguemos al Señor.
Por los papás, abuelos y catequistas, para que nos enseñéis a amar a Jesús. Roguemos al Señor.
Por nosotros, para que como Jesús busquemos amar y servir, especialemtne a nuestros padres y hermanos. Roguemos al Señor.

Si se celebra santa Cecilia:
Por los músicos de nuestro pueblo, para que Santa Cecilia les ayude a ser buenos músicos y aprender los valores que nacen de la música. Roguemos al Señor.
Por los músicos que han muerto, para que estén ahora con santa Cecilia, Jesús, María y todos los santos. Roguemos al Señor.


Ofrendas.-
Te presentamos el agua, con la que vamos a regar el árbol que plantamos hace unos domingos.

Si se celebra santa Cecilia:
Te presentamos este instrumento de música y con él a todos los músicos de nuestro pueblo.

Acción de gracias.-

Gracias Jesús,
porque tus armas son el perdón y el amor,
porque tu castillo es nuestro corazón,
porque tu corona no es de oro sino de espinas
y tus vestidos no son de seda, sino una cruz.
Gracias Jesús,
porque tus manos están vacías de tanto que nos das,
y tus pies descalzo como el de los pobres.
Gracias Jesús,
porque eres un rey muy especial
que nos ganas no con la fuerza del poder
sino con el poder del amor,
haciendo que te hablemos de tú
y jugando con nosotros,
como un niño más.

JÓVENES EJEMPLARES:
Santo Dominguito del Val (31 Agosto)
Nació en Zaragoza en 1243, sus padres fueron el notario Sancho del Val e Isabel Sancho, el abuelo paterno participó bajo las órdenes de Alfonso el Batallador en el asedio a Zaragoza.
El ambiente cristiano de su hogar inclinó al niño hacia el sacerdocio y para ello entró a formar parte de los monaguillos de la Seo de Zaragoza, ejerciendo además como cantor y asistiendo a las clases de la escuela catedralicia.
Nos encontramos en la tarde del 31 de Agosto de 1250, el niño Dominguito, emprende el camino de regreso a su casa desde la Seo a través de la judería y es secuestrado por Moisés Albaycet y llevado a la Sinagoga, allí es obligado a pisar el crucifijo. Ante la negativa del niño es crucificado como Cristo. Tras morir martirizado su cuerpo es descolgado de la cruz, la cabeza y las manos cortadas y arrojadas a un pozo, mientras el tronco es enterrado en el Ebro.
Es patrono de los monaguillos y los pequeños cantores.