viernes, 1 de octubre de 2010

Domingo 27. 3 de Octubre de 2010.


PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Habacuc 1, 2-3: 2, 2-4

¿Hasta cuándo clamaré, Señor,
sin que me escuches?
¿Te gritaré: «Violencia»,
sin que me salves?

¿Por qué me haces ver desgracias,
me muestras trabajos, violencias y catástrofes,
surgen luchas, se alzan contiendas?

El Señor me respondió así:
«Escribe la visión, grábala en tablillas,
de modo que se lea de corrido.

La visión espera su momento,
se acerca su término y no fallará;
si tarda, espera,
porque ha de llegar sin retrasarse.

El injusto tiene el alma hinchada,
pero el justo vivirá por su fe.»

Palabra de Dios.

MEDITACIÓN
El profeta Habacuc vive en el periodo que dista entre la decadencia de Asiria, el gran imperio que ha conquistado Samaría y el renacimiento de Babilonia, quien tomará Jerusalén. En esas circunstancias Israel se halla a merced de ellos y por consiguiente la opresión y la violencia anidan en la tierra y tiempo del profeta (622-612 a.C.).
Los profetas en general preguntan al pueblo y le recriminan la falta de fidelidad de la sociedad hacia Dios, sin embargo, Habacuc no sólo clama contra el pueblo sino también contra Dios. Así el libro comienza con esta pregunta: “¿Hasta cuando, Señor, pediré auxilio sin que me escuches?
Es ésta una pregunta ante la cual no permanecemos indiferentes, es la que brota tras contemplar tragedias humanas, el grito desolador que busca respuesta en Dios. Y Dios responde e invita al profeta a la paciencia y a esperar, apoyado en la fe, en la confianza en Dios.
También nosotros nos hacemos esa pregunta y descubrimos la respuesta en Jesús. Él es el triunfo del justo. En la cruz hacemos nuestra la primera parte, en la resurrección encontramos cumplida la segunda parte. La fe es la que nos lleva a esperar, sabiendo que Dios no defrauda, confiados en el mensaje de Jesús y en la fe en su resurrección y la nuestra.
Así te invito a orar entrando en google imágenes y buscar fotografías con las palabras “destrucción, muerte”, después toma la Biblia y lee el capítulo 1 y 2 del libro de Habacuc, iluminando estas imágenes con la Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL. Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9 (R/.: 8)



R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor:
«No endurezcáis vuestro corazón.»

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R/.

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R/.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.» R/.
MEDITACIÓN
Con Israel: nos encontramos ante un himno procesional recitado quizá en la fiesta de las Tiendas, en él los levitas invitan al pueblo a participar activamente en la celebración.
Con Jesús: es la invitación de Jesús a escucharle, Él es “la roca que nos salva” y nos invita a tener un corazón abierto a su Palabra.
Con nuestro tiempo: la fe es acoger a Cristo y construir nuestra vida sobre la roca que es Él, desde la gratitud y la alabanza, siguiendo a quien es nuestro pastor y luchando cada día por evitar la tentación de endurecer nuestro corazón probando a Jesús, buscando un Dios a nuestro servicio.
Con los juniors: este salmo es recitado por todas las personas que cada día interrumpimos nuestros quehaceres para dedicar un tiempo a la oración, al amanecer, durante la jornada, al atardecer y antes de dormir. Es la Liturgia de las Horas, los laudes, Hora Intermedia, Vísperas, Completas y Oficio de Lecturas (en algunos monasterios y en las cartujas a mitad de la noche). Y ésta comienza así, la jornada de oración comienza todos los días recitando este salmo, es el medio con que la Iglesia y los que oran con ella nos despertamos, entrando en la presencia de Dios no protestando, ni pidiendo, ni amenazando, sino sencillamente dándole gracias por estar en su Presencia. También nosotros, en cuanto movimiento laical, podríamos hacer el esfuerzo cada día de unirnos a la oración de la Iglesia. Hoy no es necesario comprarse el libro, en esta web encontrarás cada día las oraciones: http://www.liturgiadelashoras.com.ar/ , con un clic y dedicando cada cierto tiempo 10 minutos te unirás a toda la Iglesia, rezando lo mismo que rezan los sacerdotes, religiosos y religiosas. O, ¿por qué no comenzar la oración de la mañana en los campamentos recitando este salmo?

Inspirado y tomado de: http://www.mercaba.org/DIESDOMINI/T-O/27C/marco_do_27c.htm

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1, 6-8. 13-14

Querido hermano:
Reaviva el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio.
No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor y de mí, su prisionero.
Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Ten delante la visión que yo te di con mis palabras sensatas y vive con fe y amor en Cristo Jesús.
Guarda este precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
Palabra de Dios.

MEDITACIÓN:
El Apóstol se encuentra en la cárcel de Roma, esperando su ejecución. Y desde allí dirige la segunda carta a Timoteo, a modo de testamento. Este discípulo era hijo de padre pagano y madre judía convertida al cristianismo, quien con la abuela le iniciaron en la fe. No son tiempos fáciles para Pablo ni para sus discípulos, pues él se halla en la cárcel y ciertamente ello provoca turbación y desaliento. Ante estas circunstancias el Apóstol le invita a reavivar el don recibido mediante el gesto de la imposición de manos, el que se utiliza en la confirmación y orden sacerdotal, dando testimonio de Jesús y cuidando su mensaje.
El texto nos ayuda a nosotros y es una excelente invitación al comenzar el curso para entusiasmarnos con las activid ades que vamos a realizar. Dios nos invita a recordar los momentos en los que dijimos sí y recibimos la misión de ser testigos de Cristo: el bautismo, la primera comunión y la confirmación, unidos a toda la Iglesia y también los ritos propios de nuestro movimiento junior. Es una buena oportunidad para recordarlos, especialmente aquellos en los que el consiliario nos envió a ser testigos de Jesús.
Ahora es el momento de leer el texto y descubrir las palabras de ánimo y ayuda para emprender el nuevo curso en el que vas a tomar parte de los “duros trabajos del Evangelio”, recuerda, duros, no es fácil ser educador junior.



EVANGELIO
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 5-10

En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor:
— «Auméntanos la fe.»
El Señor contestó:
— «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:
“Arráncate de raíz y plántate en el mar.”
Y os obedecería.
Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice:
“En seguida, ven y ponte a la mesa”? ¿No le diréis:
“Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?
¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid:
“Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.”»

Palabra del Señor.

MEDITACIÓN
El Evangelio de hoy se divide en dos partes y para comprenderlo es necesario antes leer los fragmentos previos. Los apóstoles han escuchado de Jesús una serie de instrucciones en las que les ha advertido sobre el mal uso de las riquezas (Lc 16), como bien se recordará de los dos domingos anteriores. Entre estos fragmentos y el presente se hayan dos mandatos en los que Jesús les advierte sobre el castigo que recibirán si escandalizan y les invita a reprender y perdonar al hermano (Lc 17, 1-4).
Situados en este contexto los apóstoles, cansados y conscientes de la radicalidad de las enseñanzas y su impotencia para vivirlas piden a Jesús les aumente la fe. Él les responde con la imagen del grano de mostaza, pues no es la cantidad, sino la calidad lo que importa. La fe no se mide, se tiene o no se tiene y el problema de los apóstoles es que no tienen fe y por eso no pueden llevar a término la radicalidad del Camino de Jerusalén, son incapaces de vivir el morir y resucitar. Pues si tuvieran fe harían posible lo imposible, como le ocurrió a Jesús que fue arrancado de raíz de esta tierra y plantado en el mar de la vida eterna. Lo que humanamente es imposible en Jesús se realizará cuando muera en la cruz y resucite, su cuerpo será plantado en la eternidad de Dios. También nosotros si tenemos fe podremos plantarnos en el mar. Es decir, la fe nos lleva a arrancarnos de nuestras seguridades que son muchas y como la morera, un árbol cuyas raíces son enormes y por tanto no es fácil arrancarlo de la tierra, nuestra vida dejará de sustentarse en nuestras seguridades (creer sólo en lo que vemos, construir nuestra vida desde el cimiento del tener, disfrutar y triunfar) para apoyarse en las aguas de Dios.
La segunda parte ilumina nos sitúa en el ámbito del discipulado. El amo es Dios y nosotros somos sus siervos. A diferencia de los fariseos que esperaban recompensa por cumplir la Ley, el cristiano no tiene ningún derecho adquirido, no puede cumplir el Evangelio para así tener garantizado un premio en la vida eterna. Con ello cambia nuestra mentalidad y la de muchas personas que han vivido su vida amargadas y cumpliendo las enseñanzas de la Iglesia no porque consideraban que con ellas eran más felices sino porque así al atardecer Dios los sentaría a la mesa. Nuestra actitud es diferente, como bien afirmaba un rabino “si has practicado mucho la Torá, no alardees por ello, porque para eso has sido creado”.
Dicho en palabras nuestras si eres un buen educador junior no alardees de ello ni esperes ninguna recompensa, para eso has sido enviado por el consiliario. La última frase debiéramos repetirla muchas veces, especialmente en estas semanas, en las que en los centros se reparten los cargos y las tareas. Quizás un nuevo año no nos han “premiado” todo el esfuerzo realizado durante el curso pasado y el campamento, o no han tenido en cuenta todo ello para darnos el mismo equipo, el cual gracias a nuestra labor participó todas las semanas en las actividades del centro y asistieron casi todos al campamento y con el comienzo del curso se lo han ofrecido a otro educador. Esta frase nos cura de todo ello: “Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.”



LOS SANTOS PADRES

Los discípulos rogaban al Señor que se les concediera, habiendo puesto ellos antes fe de su parte, y ciertamente se la otorgó tras el cumplimiento de su plan salvífico mediante la venida del Espíritu Santo. Y es que antes de la resurrección era tan débil su fe que se les podría acusar de falta de fe.

Cirilo de Alejandría.

Tu no dices a ese siervo tuyo: siéntate a la mesa, sino que le exiges sus servicios sin darle las gracias; de la misma manera, el Señor no puede admitir que te adueñes del mérito de una acción o trabajo, ya que , mientras vivimos,, es nuestro deber trabajar siempre.
Por tanto vive con la convicción de que eres un siervo al que se han encomendado muchos trabajos. No te creas más de lo que eres porque eres llamado, hijo de Dios ni te envanezcas de haber servido con fidelidad, ya que ése era tu deber. El sol realiza su labor, obedece la luna, los ángeles también sirven… Por tanto, tampoco nosotros pretendamos alabarnos a nosotros mismos, ni nos anticipemos al juicio de Dios, ni nos adelantemos a la sentencia del Juez, antes bien, esperemos su día y su juicio.
Ambrosio

Cuando hayáis hecho todo lo que se nos ha mandado, decid: Somos unos siervos inútiles. Con estas palabras nuestro Señor Jesucristo q quería prevenir a sus apóstoles para que estuvieran lejos del veneno de la vanagloria. Mira, hermano, que aspirar a la gloria humana y practicar las buenas acciones con ese fin no vale de nada. Si después de hacer el bien, el orgullo hincha el corazón, ahí termina todo sacrificio, tiene lugar, el empobrecimiento, y no se gana nada.

Juan Crisóstomo


ORACIÓN DESDE LA METODOLOGÍA JUNIOR.

Experiencia:
T Seguramente en tu ordenador guardes las fotografías del campamento y los cursos anteriores, o quizás en el tuenti o face book las habéis colgado. Abre los archivos y míralas: ¿cómo te sentías en esos momentos? ¿en cuál de ellos te ilusionaste mucho? ¿las celebraciones y oraciones eran momentos importantes para ti en los que te llenabas de Dios, ilusión, deseos de mejorar,… y descubrías en ellas la razón de estar allí dedicando horas a tu centro junior o más bien eran las actividades más aburridas, a las que por obligación tenías que asistir?

Reflexión.-

Los apóstoles no eran ángeles ni superhombres, sino personas como tú y yo. En el Camino de Jerusalén Jesús ha intensificado el ritmo, las exigencias son numerosas (radicalidad evangélica, amor a todos, desenraizamiento de lo que es la tierra sobre la que construimos nuestra vida: un buen futuro o búsqueda de una buena y privilegiada posición económica, social, eclesial, dinero, poder, disfrute,…), sin embargo ellos no pueden con estas exigencias y esperan otra forma de vivir, descubren que su fe es muy pequeña y le piden a Jesús se la aumente. La respuesta es directa, en resumen: no tenéis fe y no debéis esperar ninguna recompensa en este mundo. Así pues sitúate en el lugar de los Apóstoles. Quizás tú seas esa persona cansada, que continúa este año sin motivación, simplemente por no decirle no al consiliario o al equipo de monitores, a lo mejor la misa es lo más árido del día. Pregúntale a Jesús y escucha su respuesta.

Compromiso.-

Durante esta semana antes de acostarme recordar todas las cosas buenas que he realizado, concluyendo con la última frase del Evangelio, interiorizándola: “Soy un pobre siervo, he hecho lo que tenía que hacer”.

Celebración:

Entra en
http://www.benedictinescat.com/Montserrat/imatges/Sa94d27C10cas.pps , mira la presentación, con el ratón en la mano, pausadamente, escuchando la música. Lo importante no es verla toda, sino saborearla. Quédate orando en la diapositiva que más te diga algo y te ayude a rezar: contempla, escucha, háblale a Jesús desde ella.



Oración.


Esta tarde, Señor, estoy solo.
Poco a poco los ruidos del centro junior se han callado,
los niños y educadores de han ido
y yo he vuelto a casa,
solo.

Y heme aquí, Señor,
solo.

El silencio es amargo, la soledad me aplasta…

Señor,
tengo un corazón deestinado al amor,
pero yo te lo he dado a ti
porque en verdad que a ti te hacía falta,
pero no es fácil.

Es duro amar a todos sin reservarse nadie,
es duro estrechar una mano sin querer retenerla,
es duro hacer nacer un cariño tan sólo para dártelo,
es duro no ser para sí mismo para serlo todo para ellos,
es duro ser como los niños, estar entre los niños y ser otro, el educador,
es duro dar el tiempo al movimiento juniors, sin esperar la paga,
es duro ir delante del equipo sinn que ellos vayan delante de uno.
Es duro arrastrar el equipo y no poder jamás
ni por un instante dejarse arrastrar un poco,
es duro sostener a los débiles, sin poder apoyarse sobre ellos.

Heme aquí, Señor,
he aquí mi persona,
he aquí mi corazón,
he aquí mi alma.
Dame el ser lo bastante grande para abarcar el mundo,
lo bastante fuerte para poder llevar sobre mis hombros el equipo.
Concédeme el ser tierra de encuentro, pero sólo tierra de paso,
camiono que no conduzca a sí mismo sino que lleve a ti.

Adaptación a la realidad del educador, de la oración de Michel Quoist. El sacerdote: oración del domingo por la tarde. Oraciones para rezar por la calle.

La oración original la encontraras en: http://www.vicariadepastoral.org.mx/proyectos/anno_jubilar/pensamientos/pensamientos_15.htm


GUIÓN CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA.
Monición de entrada:
Queridos hermanos y hermanas:
Ya estamos en el mes de octubre, en el que pronto comenzará la catequesis de comunión, los juniors y toda las actividades de la parroquia. Serán meses de trabajo y seguro que en más de una ocasión las catequistas y hasta los niños y jóvenes nos cansaremos, por eso necesitaremos de la misa. Ésta no es un trabajo más, sino el momento para encender la fe y así no desanimarnos.

Señor, ten piedad.
Porque nos cansamos de seguirte. Señor, ten piedad.
Porque nos cuesta vivir el evangelio. Cristo, ten piedad.
Porque no tenemos fe. Señor, ten piedad.

Monición a las lecturas.
En la primera lectura escucharemos unas preguntas que todos nos hacemos alguna vez: ¿hasta cuando van a sufrir las personas buenas? Y Dios nos dará la respuesta. San Pablo por otra parte nos invitará a que reavivemos el don que recibimos, es decir, recordemos con entusiasmo el día en que fuimos bautizados, tomamos la primera comunión, muchos de vosotros os confirmasteis y os casasteis y nuestro sacerdote recibió la ordenación sacerdotal.

Monición evangelio.
Hola: Soy Bartolomé, uno de los apóstoles. Jesús un día empezó a decirnos todo lo que teníamos que hacer si queríamos ser amigos suyos de los buenos. Y nosotros, pues estuvimos a punto de dejarle porque nos pedía muchas cosas. Pero antes, yo le hice una pregunta. ¿Qué cuál? Pues estad antentos.

Homilía. En diversos lugares de la Iglesia hemos colocado diferentes hojas, entre ellas una de morera, los niños han de buscarlas y traer la de morera. Si es complicado, podemos pegar en cada una de ellas un papelito con el nombre. También si esta cerca podemos ir y buscar este árbol. A partir de ahí les explicamos como esta planta tiene unas raíces fuertes y grandes, pero con la fe de una semilla (se la mostramos) todo es posible. También nosotros nos cogemos a nuestros intereses, esas son las raíces (queremos tenerlo todo, no nos preocupamos de los que sufren, preferimos ver la tele o estar en internet a estar un rato con los padres o visitar a los abuelos,…), es muy difícil arrancarnos de nosotros mismos, pero con Jesús es posible.


Peticiones.-

Por el Papa y los obispos, para que Jesús les ilumine en su tarea de conducir a la Iglesia. Roguemos al Señor.
Por los sacerdotes, especialmente aquellos que al comenzar el curso están desanimados, para que reaviven el don recibido el día de su ordenación. Roguemos al Señor.
Por las catequistas, que este mes van a emprender las tareas, para que no se cansen. Roguemos al Señor.
Por las personas que sufren, para que no pierdan la esperanza de un futuro mejor. Roguemos al Señor.
Por nosotros, para que nunca nos cansemos de ser buenos cristianos. Roguemos al Señor.


JÓVENES EJEMPLARES:
Beata Chiara “Luce” Badano (7 Octubre)
http://www.chiaralucebadano.it
El pasado sábado 24 de septiembre fue beatificada esta joven italiana. Y lo sorprendente de ella es su edad, contemporánea nuestra. Si la muerte no hubiese cortado esta rosa, actualmente tendría 38 años y este mes cumpliría los 39, una joven como muchos de nosotros. Pero acerquémonos a su vida, dejemos que la luz de su mirada y sonrisa ilumine la nuestra.
Nos encontramos en Italia, en concreto en Sassello, un pueblecito cercano a Genova, cuya población ronda los 1800 habitantes, superando cuando nació nuestra joven los 2000, situado en la diócesis de Acqui Terme. Es otoño, 29 de Octubre de 1971. Ella, Mª Teresa, obrera, está dando a luz una niña, él, Ruggero, camionero, espera con la ilusión de todo padre poder abrazar a la hija, fruto de un deseo añorado durante once años. Ambos consideran una gracia de la Virgen de la Rocche, a quien habían recurrido confiadamente.
La niña nace y recibe un nombre con el que no sólo será llamada, sino expresará el significado de su vida: Chiara, Clara. Así será siempre: ojos límpidos y grandes, sonrisa dulce y comunicativa, inteligente, vivaz, alegre y deportista.
Desde el primer momento sus padres la ofrecen a Dios, no es sólo hija suya, sino del Padre y Dios la tomó para sí, llevándola a los altares y haciendo de ella un espejo de su amor. Así la niña crece acompañada por la formación cristiana que le ofrecen sus padres, desde el jardín de infancia mete sus ahorros en una cajita para los niños de África y sueña con poder marchar a este continente como médico para curarles.
Chiara es una niña como todas las que vivían en los años 70. De sus cuadernos de los primeros años en la escuela trasparenta alegría y asombro en descubrir la vida. Es una niña feliz. El día de su Primera Comunión recibe el libro de los Evangelios, “Como para mí es fácil aprender el alfabeto, así debe de ser para vivir el Evangelio también”.
A los 9 años ingresa en un movimiento juvenil, es decir, si os fijáis, su vida es muy semejante al nuestro. Ella pasa a formar parte como Gen en el Movimiento de los Focolares, fundado por Chiara Lubich. Sus padres, gracias a ella, van integrándose en este movimiento católico. La vida sigue, llega la adolescencia, el bachillerato, los exámenes y suspende cuarto. En casa alguna incomprensión, a ella le gusta quedarse de noche con los amigos en un café y los padres, les gusta que llegue pronto a casa.
También le gusta vestirse con propiedad, peinarse bien y algunas veces maquillarse un poco, es una joven como todas las de su tiempo, eso sí, con una sólida base humana y religiosa. Y ello le lleva a ser querida por todos, a estar siempre rodeada de amigos y amigas, con quienes practica el deporte: tenis, natación, montaña. Y como no, cantar, bailar y alguna que otra vez dejarse cortejar por un chico o decirle a la amiga, mirando a un muchacho: “ese me gusta”. En verano de 1988 suspende matemáticas y marcha a Roma al congreso de las jóvenes del movimiento, las Gen 4. Allí confiesa: “Ha llegado un momento muy importante, el del encuentro con Jesús abandonado, Él debe ser su esposo”.
Y así va a ser, un esposo al que se va a unir ofreciéndole el dolor en el lecho de la enfermedad. A los 17 años un dolor lacerante en el hombro izquierdo se convierte en el umbral del via crucis que va a recorrer. Chiara tiene cáncer, uno de los más dolorosos, pues se desarrolla en los huesos: sarcoma osteogénico con mestástasis.
Cualquiera de nosotros nos podemos imaginar lo que ello representaba. Quienes hemos conocido a algún joven que ha muerto de cáncer sabemos muy bien el calvario que es tener que abandonar la vida en plena primavera, sentir como una tijera de podar va lentamente cortando la rosa. Chiara no va a poder cumplir los 19 años, ni los 30 ni los 40.
Ella calla al conocer el diagnóstico, sólo después de veinticinco minutos pronuncia una palabra: sí a la voluntad de Dios, y repetirá durante su breve enfermedad: Sí lo quieres Tú, Jesús, lo quiero yo también. El cáncer no apaga su sonrisa luminosa, con fortaleza se enfrenta a las curas dolorosas, al drama que representa para toda mujer perder el pelo como consecuencia de la “quimio”, y ella ante cada mechón exclama: “por ti Jesús”.
No sólo acepta con paz la enfermedad sino que además esta le sirve para compartir. Toma todos sus ahorros y los entrega a un amigo a una misión humanitaria en África: “a mí no me sirven, yo tengo todo”.
Rechaza la morfina porque le quita la lucidez mental y ofrece los sufrimientos por la Iglesia, los jóvenes, las personas que no creen, el movimiento de los Focolares, las misiones,… “No tengo nada más, pero tengo aún mi corazón y con él puedo amar”. Y así lo hace. En la habitación del hospital de Turín y en su casa Chiara, se siente amada por Dios, “El me ama intensamente” y ella ama y ofrece su testimonio de joven enamorada de Jesucristo a todos, a los médicos, a los amigos,… Todos descubren en ella un imán que los atrae. Después de una noche marcada por el dolor sus palabras son: “Yo sufría mucho, pero mi alma cantaba…”. En otra ocasión afirma: “vosotros no podéis imaginar cual es mi relación ahora con Jesús… Yo estaba demasiado absorbida por tantas ambiciones, proyectos y quién sabe lo que más. Ahora me parecen cosas insignificantes, baladíes y pasajeras… ahora me siento envuelta en un espléndido designio que poco a poco se me revela”. Y reza a Jesús y a la Virgen María. La fundadora de los focolares añade a su nombre “Luce”, porque ella es luz para los jóvenes: “los jóvenes son el futuro. Yo no puedo correr más, pero quisiera pasar a ellos la antorcha como en las olimpiadas. Los jóvenes tienen una sola vida y vale la pena gastarla bien”.
La enfermedad avanza, el día 7 de octubre de 1990 es la festividad de la Virgen del Rosario. Después una noche de agonía, le habla por última vez a su madre: “Mamá, sé feliz, porque yo lo soy, Adiós”. Y Chiara muere, sin perder la luz en sus ojos, la paz en sus labios, ofreciendo sus córneas para un trasplante.
El día 25 de Octubre fue beatificada, en el Ángelus del domingo el Papa Benedicto XVI afirmó: "Sólo el Amor con la A mayúscula da la verdadera felicidad! Lo demuestra también el testimonio de otra joven que ayer fue proclamada beata en Roma. Hablo de Chiara Badano, una chica italiana nacida en 1971, que una enfermedad llevó a la muerte poco antes de que cumpliera 19 años, pero que fue para todos un rayo de luz, como decía su apodo "Chiara Luce (Clara luz). [La beatificación de Chiara Badano es] una fiesta para todos los jóvenes que pueden encontrar en ella un ejemplo de coherencia cristiana".

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