lunes, 6 de diciembre de 2010

Nº 63. 8 de Diciembre de 2010. Nº 63 – Año III

Destellos
SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Génesis 3,9-15. 20.
Después que Adán comió del árbol, el Señor Dios lo llamó:
—¿ Dónde estás ?
El contestó:
—Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí
El Señor le replicó:
—¿Quién te informó que estabas desnudo? ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?
Adán respondió:
—La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí.
El Señor Dios dijo a la mujer:
—¿Qué es lo que has hecho?
Ella respondió:
—La serpiente me engañó y comí
El Señor Dios dijo a la serpiente: Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón.
El hombre llamó a su mujer Eva por ser la madre de todos los que viven.

MEDITACIÓN
En el marco de la fiesta de la Inmaculada la liturgia nos ofrece el relato de la caída, en contraposición con la Anunciación. Ante el pecado del hombre y la mujer Dios no permanece indiferente. En sí mismo, así se lo había advertido, comer del árbol implicaba la muerte (Gn 3,3). Es la experiencia humana del pecado. Cuando dejamos de pensar en los demás y nos buscamos a nosotros mismos, queremos ser como dioses, experimentamos la desnudez, la ruptura de la relación armónica y pacífica con nosotros mismos, los demás, la naturaleza y Dios.
Dios conociendo las consecuencias sale en busca del ser humano, esperando que el encuentro traiga consigo el arrepentimiento y por tanto la salvación, la experiencia de su misericordia. La pregunta busca del hombre, más que el indicarme el lugar, pues Dios sabe donde ésta, el que reconozca las circunstancias en las que se encuentra, su debilidad y fragilidad, su situación de pecado. Pero la espiral de este trae consigo profundizar en el alejamiento de Dios y de los demás. Adán ha dejado de confiar en Dios, le echa en cara al Creador su obra, tiene miedo de quien le había ofrecido el Paraíso de forma gratuíta, quien horas atrás era todo para Él. A pesar de haber sido creado por Dios y llevar en su interior su Espíritu, Adán tiene miedo. Se siente como un animal, no ve en Dios el rostro de la Misericordia. Y le echa en cara su cuerpo, pues es propio del error juzgar que lo que a nosotros nos desagrada también disgusta a Dios. No acepta la verdad de su vida, su desnudez, su fragilidad y su pecado. Éste sigue profundizando, además de apartarse de Dios se aparta de quien antes había sido la razón de su existencia, y acusa a la compañera, la que era carne de su carne. Eva también entra en esta lógica, acusa a la serpiente.
La lectura desenmascara nuestras situaciones de pecado. Dios es misericordia pero para derramarla necesita que el hombre y la mujer se abran a ella. Y para eso la humanidad tendrá que recorrer un camino en el que descubra a Dios, no como lo creen los hombres, sino como es. Es la Historia de la Salvación que nos ofrece el Antiguo Testamento y alcanza su plenitud en el Nuevo Testamento. Allí en María descubriremos a la mujer que acepta su desnudez, su pequeñez y acoge a Dios tal como es. Allí encontraremos la imagen del buen ladrón que acepta su pecado y entra en el Paraíso.
Ante la serpiente bien nos sirve el consejo de S. Ambrosio: “Pongámonos el calzado del Evangelio, que echa fuera el veneno de la serpiente y neutraliza su mordedura por tener calzados nuestros pies en el Evangelio”. Esa es nuestra misión como educadores, enseñar a calzarse a los niños para que así puedan neutralizar el pecado que anida en su corazón, ayudarles a entrar en el paraíso reconociéndose como son, acogiendo el amor del Padre.
SALMO RESPONSORIAL. Sal 97,1. 23ab. 3bc-4
R/. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.


Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su victoria;
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclamad al Señor tierra entera,
gritad, vitoread, tocad. R/.

MEDITACIÓN
Con Israel: el salmo era cantado especialmente durante la Fiesta de las Tiendas. Ésta recordaba los cuarenta años del peregrinar del Pueblo de Israel por el desierto y lo hacían de un modo para nosotros sugerente, construyendo tiendas con ramas en las calles y los descampados de Jerusalén. Eran días de fiesta en los que, habiendo desaparecido la monarquía en Israel, pues con la caída de Jerusalén el s.VI, el pueblo pasó a estar gobernado por emperadores y reyes foráneos (Babilonia, Persia, Alejandro Magno y Roma, salvo el pequeño paréntesis de los Macabeos), Ios judíos asumen como único rey a Yahvé. Es a él a quien le cantan, el que como buen gobernante condujo durante 40 años a su pueblo de Egipto a Canaán.
Con Jesús: también Jesús lo cantó cuando subía a la Fiesta de las Tiendas. Pero sobre todo Él es el rey aclamado en su entrada triunfal en Jerusalén el Domingo de Ramos y en su entrada triunfal en la Jerusalén Celeste el Domingo de Pascua. Nosotros al meditarlo descubrimos el rostro de este rey, Jesús.
Con nuestro tiempo: la fiesta forma parte de la vida cristiana. Allí donde hay una comunidad cristiana a lo largo del año canta con gozo y alegría. ¿No es la música de fondo de nuestras fiestas patronales y de la Navidad?
Con los juniors : ¿nos acordamos de cantar a Dios? ¿Asumimos en nuestro centro que el Jefe no es un educador sino el mismo Cristo? ¿El juego y las actividades son medios para que los niños del junior reconozcan a Jesús como su rey y le den gracias por todo lo que hace por ellos? Experiencia (un juego donde descubran la belleza de la naturaleza), reflexión (¿quién ha pintado el cielo del color azul?, ¿quién ha hecho este valle tan precioso puente entre dos provincias?), compromiso (cuidar lo que no es nuestro sino de Dios) y celebración (el salmo aclamando a Dios por todo lo bueno que hace).



SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1,3-6. 11-12.

Hermanos:
Bendito sea Dios,
Padre de Nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la Persona de Cristo
—antes de crear el mundo—
para que fuésemos santos e irreprochables
ante él por el amor.
El nos ha destinado en la Persona de Cristo
—por pura iniciativa suya—
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente
nos ha concedido en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Con Cristo hemos heredado también nosotros.
A esto estábamos destinados
por decisión del que hace todo según su voluntad.
Y así, nosotros,
los que ya esperábamos en Cristo,
seremos alabanza de su gloria.
MEDITACIÓN:
La Palabra de Dios no solamente nos lleva a conocer a su Autor, sino a conocernos a nosotros mismos. En la Biblia descubrimos la respuesta al origen, ser y meta del hombre y la mujer y en concreto del cristiano, quien acogiendo a Cristo por el bautismo se une a Él y recibe de Él todo lo que el Padre ha querido dar a las personas.
El pasaje de hoy es un himno en el que nos presenta el plan de Dios sobre y para el hombre.
Así cada uno de nosotros hemos sido llamados a ser hijos y santos, es decir, a pertenecer al ámbito de lo sagrado, de Dios, vivir en Él. Y esto trae consigo ser alabanza de Dios.
En esta festividad de María bien podemos unidos a la Primera Mujer, la Nueva Eva, la Primera Hija de la Iglesia, recitar el himno, personalizándolo, dirigiéndolo a Dios, quien a cada uno de nosotros nos ha bendecido. No es una promesa, es una realidad que ya experimentamos, ya poseemos los bienes espirituales y celestiales: nuestra condición de hijos de Dios y consagrados por Dios (santos, separados del mal, las tinieblas y el pecado), la experiencia de la misericordia divina, los dones del Espíritu,…
Y eso es lo que hemos de transmitir a nuestros niños.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1,26-38.
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando a su presencia, dijo:
—Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres.
Ella se turbó ante estas palabras, y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
—No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel:
—¿Cómo será eso, pues no conozco varón?
El ángel le contestó:
—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.
María contestó:
—Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Y el ángel se retiró.
MEDITACIÓN
Comparado con la escena de la anunciación del nacimiento del Bautista descubrimos un hecho sorprendente. Si desconociésemos quien de los dos es precursor y quien el Hijo de Dios, por el entorno en que se desarrolla afirmaríamos: Juan, pues su anunciación tiene lugar en el Templo, con toda su grandeza, dentro de la ciudad santa de Jerusalén, capital del Reino de David, se dirige a un miembro de la clase sacerdotal, quien se encuentra realizando el servicio del templo. Frente al primer anuncio, el segundo tiene lugar en un poblado desconocido, de la marginal Galilea, a una casa de este pueblo y a una mujer. Sin embargo Lucas comienza a mostrarnos con ello la otra lógica, la de Dios. La mirada de Dios es más profunda que la mirada del hombre y así escoge a los últimos.
Es a ella a la que se dirige Gabriel, el arcángel vinculado desde Daniel 8, 9 a los últimos tiempos, la venida del Mesías, el guardián del Paraíso. Y con ello nos indica el paso del Antiguo al Nuevo Testamento, la llevada de los últimos tiempos, en los que Dios ya ha abierto el paraíso, en los que Dios vuelve al hombre a este lugar, entrando Él en el ámbito del hombre, marcha de nuevo en su búsqueda, asume la pena del pecado para redimirlo. Y María se convierte en el medio a través del cual llega la salvación.

LOS SANTOS PADRES
PRIMERA LECTURA.
Significa no “en qué lugar estás, sino en qué circunstancias te encuentras” (S. Ambrosio)
El que Dios busque a Adán no procede de la ignorancia, sino que manifiesta la esperanza del hombre en el encuentro y salvación futuros .
Para mostrarles su benevolencia, condesciende con su debilidad y les da la posibilidad de que reconozcan que han pecado (Juan Crisóstomo).
En vez de confesar lo que había hecho, lo cual le habría servido de ayuda, narró lo que ella le había hecho, lo cual no le sirvió de nada. De nuevo, Adán erró al confesar su extravio y acusó a la mujer (Juan Crisóstomo)
¡Miradlo como responde en un error lamentable, como si a Dios pudiera desagradarle el hombre desnudo conforme Él lo había creado! Mas es muy propio del error juzgar que lo que nos desagrada a nosotros, esto mismo igualmente disgusta a Dios (…). En el momento de apartarse de dios y dirigirse a sí mismo, y esto es lo que significa comer de aquel árbol, vio su desnudez y se disgustó de sí mismo porque no tenía cosa propia de estima” (S. Agustín).
Si Adán y Eva se hubieran arrepentido después de haber transgredido el mandato,, aunque no hubieran recobrado todo lo que tenían antes de haber transgredido el mandato, se habrían librado de las maldiciones decretadas en la tierra contra ellos (Efrén de Nisibi).
¿Por qué no te decides a manifestar: Sí, es verdad, Maestro, he quebrado tu mandato; he caído por haber escuchado el consejo de la mujer, he cometido un gran pecado por seguir su palabra abandonando la tuya; ¡ten piedad de mí!. Pero él no pronuncia palabra, no se humilla ni se pone de rodillas; el cuello de su corazón es un nervio de hierro: lo mismo que el mío: ¡qué desgraciado soy! Sí; si Adán hubiera dicho algo, él hubiera permanecido en el paraíso y todo ese cúmulo de males que encontró, una vez expulsado del paraíso y dando vueltas en lso infiernos durante tantos siglos, se los hubiera evitado con una sola palabra (Simeón el Nuevo Teólogo).
No hay cosa más ordinaria para los pecadores que el querer atribuir a Dios por todos los medios cualquier falta que se les acuse” (S. Agustín).
Pongámonos el calzado del Evangelio, que echa fuera el veneno de la serpiente y neutraliza su mordedura por tener calzados nuestros pies en el Evangelio (Ambrosio)

EVANGELIO:
Gabriel significa “fuerza de Dios”. Con razón resplandece llevando ese nombre quien da testimonio de que Dios va a nacer en la carne.
Beda
Y ahora también la mujer, la que antes era madre de los muertos por la naturaleza es hecha madre de los vivientes por la gracia.
Pedro Crisólogo.
Una, seducida por el diablo mediante la serpiente, hizo probar al hombre el gusto de la meurte; la otra, instruidapor Dios mediante el ángel, dio a luz al mundo, al Autor de la Salvación.
Beda.
Tomado del libro La Biblia Comentada por los Padres de la Iglesia. Ciudad Nueva.




ORACIÓN DESDE LA METODOLOGÍA JUNIOR.

Experiencia.-
Entra en http://www.youtube.com/watch?v=wbx54w9nOg0 y contempla la escena. Pertenece al cortometraje realizado por el salesiano Angel J. Prado y un grupo de jóvenes, entorno a la anunciación a María. Si te interesa buscando en internet su correo electrónico puedes solicitarle el DVD. ¿Cómo se siente la joven? ¿Te has sentido alguna vez así ante la experiencia de Dios?
Reflexión.-

Lee el Evangelio y trata de sintetizar las actitudes de María ante la visita inesperada, comparándola con la de Adán. Ambos experimentan la Presencia de Dios. ¿Cómo responden?

Compromiso.-

Tratar de vivir teniendo presente a Dios. En lo que hagas piensa que Él está ahí. Podrá reprocharte tu pecado, pero nunca dejará de amarte. Él cubrirá tu desnudez y pequeñez, Él llenará tu vacío.

Celebración:
Entra en este enlace, escucha la canción que más te guste.
http://www.youtube.com/watch?v=0hlb6gsa4i4&feature=related


Oración. Quiero decir que sí (Luis Alfredo).
Quiero decir que sí,
como Tú, María,
como Tú un día,
como Tú, María.

Quiero decir que sí,
quiero decir que sí,
quiero decir que sí,
quiero decir que sí.

Quiero negarme a mí,
como Tú, María,
como Tú un día,
como Tú, María.

Quiero negarme a mí...

Quiero entregarme a Él,
como Tú, María,
como Tú un día,
como Tú, María.

Quiero entregarme a Él...

Quiero seguirle a Él,
como tú, María,
como tú, un día,
como tú, María.

Quiero entregarme a Él...


GUIÓN CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA.
Monición de entrada.-
Queridos amigos:
Hoy nuestro país celebra a su patrona, la Inmaculada. Así en mitad del Adviento tenemos una misa en la que le decimos a la Virgen María que ella es nuestra madre, la queremos mucho y le pedimos que nos ayude a preparar la Navidad como ella la preparó, con el corazón muy abierto para recibir a Jesús.
Además nosotros hoy vamos a ofrecernos a la Virgen María, así le vamos a decir que queremos ser suyos y estar siempre en sus brazos.


Monición a la Corona de Adviento.-
Jesús, hoy vamos a encender la segunda luz, la que nos avisa que debemos preparar nuestro corazón para que tú vengas a nuestra familia y a nuestra parroquia. Te pedimos que enciendas en nuestras casas el deseo de escucharte.

Colocamos el cartel: ¡Preparad el camino del Señor y escuchad la Palabra de Dios!

Señor, ten piedad.
Tú que estuviste dentro de María. Señor, ten piedad.
Tú que te sentiste muy querido por tu Madre. Cristo, ten piedad.
Tú que nos das a la Virgen María como madre. Señor, ten piedad.

Monición a las lecturas.
La primera lectura nos va a contar lo que les pasó a Adán y Eva después del pecado, cuando desobedecieron a Dios. Él se acercó a buscarles porque les quería y ellos ¿sabéis como le contestaron? Pues estad atentos.

Monición evangelio.
Hola:
Soy el Arcángel Gabriel y aún recuerdo lo que me ocurrió hace más de dos mil años. Dios me envió a un pueblecito, no era una gran ciudad. Tampoco tenía que llevar el mensaje a una señora rica ni a una princesa, sino a una jovencita que tenía un novio llamado José. Y ella, como recuerdo como me miró, tenía una mirada muy limpia, de las que te dejan sin palabras.

Homilía.
Peticiones.-
Por el Papa Benedicto, los obispos y sacerdotes, para que como María le digan sí a Dios que les llama a mostrárnoslo en la misa. Roguemos al Señor.
Por nuestro país, pues hoy celebramos a la Patrona de España, para que salgamos pronto de la crisis. Roguemos al Señor.
Por las mujeres, para que siempre sean respetadas y ninguna persona les haga sufrir. Roguemos al Señor.
Por el seminario que hoy celebra a su patrona, para que enseñe a los seminaristas a ser buenos sacerdotes. Roguemos al Señor.
Por las personas que como María viven en lugares muy pobres o como ella tienen que dejar sus países, para que no las olvidemos y les ayudemos. Roguemos al Señor.
Por nosotros, para que nos preparemos muy bien a recibir a Jesús. Roguemos al Señor.


Ofrendas.-
Te presentamos cada uno una luz, pues como María queremos ser lucecitas que iluminen a las personas.
Te presentamos el pan y el vino que nos ayudan a ser como María.

Oración de Consagración.-
María,
en este día en el que celebramos tu fiesta,
en nombre de la Comunidad Parroquial
N.
te consagro estos niños,
N.,N.,N.,…
que se están preparando para recibir a tu Hijo
en su Primera Comunión.
Te pido que hagas de ellos
niños obedientes para amar a los demás,
sencillos, para no perder a Jesús,
sin pecado, para recibirle,
humildes, para no rechazarle,
abiertos, para que el día del Corpus
entre en su corazón.
Te lo pido a ti,
que eres,
Inmaculada y Madre,
Pura y Bella,
Dulce y Señora,
Fiel y hermosa.
Ayúdales Virgen Inmaculada,
acéptalos como hijos tuyos,
cuida de ellos,
para que como tú,
reciban a tu Hijo con alegría
y celebren su Nacimiento en Belén,
Madre, en este día,
nuestra parroquia los consagra a ti,
soy tuyos, cuida de ellos.

Colocamos en un cofre o cajita los nombres de los niños y los depositamos a los pies de la Inmaculada. Allí estarán hasta el día de la Primera Comunión. Encendemos una luz, la cual procuraremos encenderla todos los domingos en recuerdo de su consagración.

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