viernes, 10 de diciembre de 2010

Nº 64. 10 de Diciembre de 2010.


PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 35, 1-6a. 10

El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa,
florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría.
Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión.
Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios.
Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes;
decid a los cobardes de corazón:

«Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite;
viene en persona, resarcirá y os salvará.»

Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán,
saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará.
Volverán los rescatados del Señor, vendrán a Sión con cánticos:
en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría.
Pena y aflicción se alejarán.

Palabra de Dios
MEDITACIÓN
Nos adentramos en una sección (Is 34, 1-35,10) escrita después del resto de la primera parte del libro de Isaías (Is 1-39), siendo diferente el estilo y el mensaje del resto del libro, en él describe el día terrible del juicio de Dios sobre el pueblo enemigo de Jerusalén, Edóm y la liberación del pueblo de Dios en un tono festivo. Éste ha sufrido la derrota y el destierro, hundido moralmente Dios sale a su encuentro para alentarle y ofrecerle un futuro de gozo y felicidad.
Hoy en día la navidad es para muchos un tiempo en el que se acentúa la melancolía, la nostalgia y la tristeza y así esperan pase pronto. A pesar de vivir una sociedad impregnada por el cristianismo durante casi dos mil años, nos hemos quedado en la superficie de la navidad. Parece que ésta es sólo para aquellos que se encuentran disfrutando de la “belleza del Carmelo”.
Sin embargo el texto está dirigido a los que viven en el “desierto” y el “yermo”, a las “manos débiles”, las “rodillas vacilantes” y los “cobardes de corazón”. Dios está cerca y va a mostrar su poder a los ciegos, sordos, cojos y mudos, a los que sufren la pena y la aflicción.
Y en ellos nos encontramos nosotros. Nuestra vida, después de tantos años de ser educadores, es un desierto, podemos estar atravesando por el amargo yermo de la soledad, o sentir que nuestras rodillas son vacilantes cuando caminan por el camino que nos marca Jesús, también en nuestros ambientes nos sentimos cobardes para anunciar el Evangelio, o podemos ser ciegos y no ver, en estos momentos la presencia de Dios en la Iglesia y los demás.
Es a ese hombre y mujer, a tu presente y mi presente, al que Dios dirige una palabra de esperanza: mañana será diferente. Deja que Él entre en el desierto de tu corazón, Él es quien hace florecer el yermo, quien alegra tu vida.
El Adviento es el tiempo de la esperanza, de esperar y confiar en un Dios cuya palabra es veraz y se cumple.
SALMO RESPONSORIAL. Sal 145, 7. 8-9a. 9be-10

R./ Ven, Señor, a salvarnos.

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R./

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R./

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R./

MEDITACIÓN
Con Israel: desde el salmo 145 hasta el 150 nos encontramos en el último “Hallel” o alabanza a Dios, a modo de letanía se muestran su acción hacia el ser humano. El sufrimiento conmueve a Dios.
Con Jesús: este Señor tiene un rostro, es Cristo. En unos versos se resume el Evangelio, toda la vida de Jesús. Meditarlo es encontrarse con Él.
Con nuestro tiempo: sí, toda la desgracia del mundo conmueve a Dios. Abramos los periódicos, conectemos la tele o el ordenador. ¡Son tantos los oprimidos, hambrientos, cautivos, ciegos, justos peregrinos, huérfanos y viudas! ¿Y Dios que hace? Con este salmo afirmamos claramente lo que Dios no hace: estar al lado de los poderosos y quienes les causan sufrimiento. Pero, ¿hace algo más? Jesús actuó así, no sólo de Palabra, sino con su acción. Y sigue actuando a través de tantos hombres y mujeres anónimos, la mayoría, que dan pan a los hambrientos y libertan a los oprimidos.
Con los juniors : comprometidos con la sociedad. Era el lema de la campaña 2009/10 y sigue estando vigente. Dios nos ha elegido para estar al lado de los que sufren. Seremos buenos juniors el día que hagamos nuestro este salmo: el Señor, a través de mí abre los ojos al ciego y endereza a los que ya se doblan”. Apliquémoslo en sentido metafórico, es decir, el educador es quien da luz al niño, le ofrece unos valores y criterios de vida que le enderezan cuando se deja llevar por el egoísmo, le da el pan de la Palabra y le lleva a que coma del pan de la Eucaristía y acercándolo al sacramento de la reconciliación le libera de la cautividad del pecado. Pero no nos quedemos sólo en la dimensión espiritual. El educador también da pan al hambriento y esto lo vamos a realizar estas navidades mediante la Campaña del Kilo. No se trata sólo de recoger los alimentos y ayudar a las Cáritas, necesitados del pueblo o centros de asistencia a los más pobres, sino de compartir de lo nuestro. Estas navidades, ¿qué parte del dinero que vas a gastar en regalos los vas a destinar a los más necesitados? ¿cuántos kilos de solidaridad vas a entregar al Niño Dios?


SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 7-10
Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor.
El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía.
Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca.
No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta.
Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor.
Palabra de Dios
MEDITACIÓN:
Escribe el dominico profesor de la Facultad de Teología de Valencia, el Padre Gerardo: “La Carta de Santiago es una hermosa catequesis y un comentario del Sermón de la montaña guiado por una preocupación fundamenta: las enseñanzas del Sermón han de llevarse a la vida concreta y cotidiana de cada creyente. El fragmento forma parte de una parénesis sobre la vigilancia en el hoy de Dios. El texto es suficientemente claro en sí mismo. Participa de la espera intensa de la Segunda Venida del Señor tan presente en la Iglesia primitiva. En el momento en que se escribe esta carta, al igual que las de Pedro y Judas, los creyentes se planteaban algunos interrogantes graves y que afectaban a su propio ser cristiano: ¿Qué pasa con la Parusía? ¿no estaremos sufriendo un grave engaño?¿cuando volverá el Señor? ¿es cierto que volverá realmente? ¿tiene sentido nuestra esperanza en medio de tantas dificultades y persecuciones incluso sangrientas? Santiago como Pedro y Judas tratan de responder a estos urgentes interrogantes. Y sigue siendo el grito y la esperanza de la Iglesia de todos los tiempos” .
(http://www.dominicos.org/predicacion/homilias/12-12-2010/comentario-biblico ).
La carta nos invita a tener uno de los elementos importantes en la esperanza, vital para no perderla: la paciencia. Ante una segunda generación que descubría como se dilataba la venida del Mesías, el autor alecciona a mantener viva esta esperanza como motor que anime las actitudes cristianas, la ética fundamentada en las enseñanzas de Jesús.
¿Cómo avivar nuestra paciencia? tomando como ejemplo al labrador y a los profetas.
Toda persona que se sumerge en un proyecto transformador de la sociedad ha de cultivar la paciencia. Al principio como los primeros cristianos el entusiasmo anima la labor, pero el tiempo va menguando los ánimos, por eso ha de esperar, pues los tiempos de Dios no son los nuestros. Afortunadamente Él tiene paciencia con los demás y… con nosotros.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 2-11
En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos:
- «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?>>
Jesús les respondió:
"Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo:
los ciegos ven, y los inválidos andan;
los leprosos quedan limpios,
y los sordos oyen;
los muertos resucitan,
y a los pobres se les anuncia el Evangelio.
¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!"
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan:
"¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta?
Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito:
"Yo envío mi mensajero delante de ti,
para que prepare el camino ante ti."
Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.»
Palabra del Señor

MEDITACIÓN
“Dichoso el que no se escandalice de mí”, concluye la respuesta de Jesús a los enviados por el Bautista. Porque Él es consciente que su mesianismo no es el esperado por Juan, no es el Mesías poderoso que con violencia destruye el pecado y quienes lo cometen. Con las palabras de Jesús se presenta como el prometido por el profeta Isaías. A pesar de no ser comprendido por Juan Él es el Mesías anunciado por los profetas. También a nosotros Jesús nos desconcierta. Un Dios de misericordia, compasivo con nuestras debilidades es un Dios desconcertante.
Juan es un profeta apocalípto que anuncia el juicio, detecta donde están los problemas, Jesús es el Hijo deDios, no sólo detecta donde están los problemas, sino que ofrece soluciones. Jesús no sólo acaba con la enfermedad, sino sana al enfermo. Por eso el más pequeño es más grande que Juan, es decir, aquel que se deja curar por Cristo, se deja amar por Él como un niño o un enfermo.

LOS SANTOS PADRES

Así como el Salvador pregunta dónde han puesto a Lázaro para preparar la fe, por lo menos de este modo, a los que le indicaban el lugar del sepulcro y habrían de ver resucitado al muerto, así Juan, que iba a ser matado por Herodes, envía a sus discípulos a Cristo para que en esta ocasión, al ver sus signos y milagros, creyeran en él y aprendieran a través de la pregunta de su maestro.
Jerónimo.
Manifiesta que son bienaventurados aquellos cuya fe no sufría ninguna prueba pro el hecho de su cruz, de su muerte y de su sepultura.
Hilario de Poitiers.
Tomado del libro La Biblia Comentada por los Padres de la Iglesia 3. Ciudad Nueva.


ORACIÓN AL COMIENZO DE LA REUNIÓN

EXPERIENCIA:
Elementos presentes siempre en las oraciones: cruz de San Damián (Togo), icono de la Virgen María, Biblia abierta y cartel.

Signo de esta semana: corona de adviento.

Preparación: contemplamos la puerta, la abrimos y colocamos en ella una vela encendida.

Proclamación de la Palabra de Dios: leemos Apocalipsis 3,20
REFLEXIÓN:
Interiorización:
Leemos Cridat pg. 17-19, la carta de Jesús:
Te pido que no me cierres la puerta en las narices, no me des la espalda.
Tengo ganas de hablar contigo, nada más; no de tus pecados y defectos, no para sermonerte ni hacerte sentir culpable. Quiero que sepas lo mucho que te amo.
Estoy a quí mismo, a tu lado.
Te conozco como la palma de Mi mano.
Conozco tus pesares y sufrimientos, tus preocupaciones, tus aspiraciones y sueños más íntimos.
Soy consciente de tu inseguridad y de los momentos en que envidias a otros o te sientes inferior a ellos.
A veces te invade la soledad y te da la impresión de que la vida carece de sentido.
Comprendo la batalla interior que tienes, tu agitación, tu pesadumbre, tu frustración.
Te vengo observando con cariño desde que naciste.
Respondemos a las preguntas de Cridat (pg.19). He aquí algunas:
¿Cómo te sientes?
¿Sientes a Dios en tu interior?
¿Cuánto vales para Dios?
¿Cómo te ve Dios?

COMPROMISO:

Gesto: escuchamos la canción Tan solo he venido de Juan Luis Guerra.

CELEBRACIÓN:

Oración final: espontánea, cada uno aporta lo que desea.

Próxima semana: leer la sección Célebralo (pg. 21), responder a las preguntas y anotar en una hoja las respuestas a fin de compartirlas en la reunión.

ORACIÓN DESDE LA METODOLOGÍA JUNIOR.

Experiencia.-
http://villa-teresita.spaces.live.com/?_c11_blogpart_BlogPart=blogview&_c=blogpart&partqs=cat%3dArticulos
lee el testimonio de Inma Soler Giménez, sumérgete en esta página, especialmente en las fotografías, déjate llevar por la web.

Reflexión.-

Lee el Evangelio. Ante la pregunta de Juan el Bautista Jesús responde aludiendo al profeta Isaías. Hoy muchas personas entregan su vida a favor de los demás, toma una de las fotografías de la web de Villa Teresita y lee el evangelio del domingo con ella.
Compromiso.-

Aquel que te inspire la oración, pueden ayudarte estos: colaborar con la Campaña del Kilo, ayudar a Cáritas en la entrega de los alimentos, descubriendo en cada una de las personas necesitadas el rostro de Cristo, no cambiar de canal cuando nos ofrecen imágenes de pobreza, mirar con otros ojos a los mendigos de tu ciudad,…

Celebración:
Entra en este enlace, escucha la canción que más te guste.
http://www.youtube.com/watch?v=0hlb6gsa4i4&feature=related

Oración. Las manos.
¿Qué esperáis? ¿Qué esperas? ¿Que esperamos?
¿Que esperáis de este tiempo y de esta actitud de Adviento?
¿Que esperas de tu comunidad
que esperamos de este mundo,
de la Iglesia, de la sociedad,
de orden internacional, de esta economía
de estos hombres y mujeres...?
¿Que esperas de ti mismo y de ti misma?
A todos los que esperáis alzad las manos
extended vuestros dedos.
levantad vuestros brazos,
vuestro corazón y todo vuestros ser.
Levantad las manos hacia el cielo,
sed capaces de elevar los pies,
de volar con las manos extendidas:
las manos como lugar caricia
cercanía y aproximación,
respeto y sanación,
ayuda y ofrecimiento,
Y no como lugar de codicia,
pasividad, dureza,
causa de heridas, acusación.
Alzad las manos en signo de bendición,
de paz,
de acogida,
de perdón.
Guardad vuestros dedos acusadores,
ofensivos y defensivos.
¿Qué esperáis en esta época de la historia?
¿O tal vez ya no queda lugar para la esperanza?
¿Acaso tenéis miedo de que vuestras manos
se manchen con la suciedad,
la podedumbre y la miseria humana?
Tiende tu mano y siente que El que viene hacia ti,
porque desea transformarte.
Quiere limpiarte,
dejarte sano y limpio.
Déjate tocar por Sus manos,
para que tus manos sigan queriendo tocar,
bendecir, curar
y devolver la dignidad,
Extiende tus manos
tentadas de retener cosas,
ambicionar puestos,
tener influencias,
alcanzar renombre y prestigios
y todo esto con el pretexto de servir al Reino.
¿Qué esperamos?
Esperamos con las manos abiertas, y vacías.
Él no tiene manos tiene nuestras manos
para llenar las manos de pan,
lavar las manos de nuestras indiferencias,
Llenar las manos de justicia, de medicamentos,
Acariciar nuestras manos llenas de callos, de cansancios.

ORACIÓN TERCER DOMINGO: ESPERANZA

“La esperanza y el Espíritu van siempre unidos.
La esperanza como el Espíritu actúan desde dentro,
ella levanta y enciende todas las demás vivencias cristianas:
-
¿Que sería una fe sin esperanza? Una suma de desilusiones.
-
¿Que sería una caridad sin esperanza? Un dolor más grande.
-
¿Y una humildad sin esperanza? Puro decaimiento.
-
¿La pureza sin esperanza? Flor de un día.
-
¿La paciencia sin esperanza? Puro fatalismo
-
¿La obediencia sin esperanza? Alienación y fatalismo
-
¿La fortaleza sin la esperanza? El trabajo de un robot.
-
¿La oración sin la esperanza? Una evasión
-
¿La solidariedad sin esperanza? Un fatigoso tejer y destejer”

GUIÓN CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA.
Monición de entrada.-
Queridos amigos:
Este domingo de Adviento es el domingo de la alegría. Las lecturas nos dirán que hemos de estar alegres porque Jesús está muy cerca. En misa a veces estamos serios y tristes como si viniéramos obligados, ahora es una buena ocasión para cambiar nuestra cara y estar alegres, porque de nuevo Jesús está con nosotros.

Monición a la Corona de Adviento.-
Jesús, hoy vamos a encender la tercera vela de la Corona de Adviento. Cuando estamos muy cerca de la navidad aumenta nuestra alegría porque tú sigues con nosotros y nos ayudas a ser muy felices.

Señor, ten piedad.
Jesús es buena noticia para los demás. Porque a veces no lo somos nosotros. Señor, ten piedad.
Jesús pasó haciendo el bien. Porque a veces no te vemos en las personas que nos necesitan. Cristo, ten piedad.
Jesús nos enseñó a hacer el bien. Porque a veces no hacemos el bien. Señor, ten piedad.

Monición a las lecturas.
En la primera lectura el profeta Isaías nos animará a todos, especialmente a los que están tristes porque lo están pasando mal. Dios no se olvida de ellos y cambiará su tristeza en alegría.

Monición evangelio.
Hola:
Soy uno de los amigos de Juan. Os cuento. Él estaba en la cárcel y espera que Jesús cuando viniese comenzase a castigar a las personas, sin embargo, nosotros le contábamos que no hacía eso, sino que las perdonaba. Por eso nos envió para que le hiciésemos una pregunta.

Homilía.
Hoy somos investigadores. Una persona llamada Juan nos ha dicho si Dios está aquí entre nosotros y en nuestra sociedad. Por eso vamos a buscarlo.
En la Iglesia hemos colocado diversas fotografías, puede ser la que sigue recortada.
Les preguntamos a los niños lo que hacen y tratamos de mostrarles como allí donde hay una persona que ayude a los demás, allí está Dios. Finalmente lo trasladamos a su vida, para que descubran en las personas que ellos ayudan (abuelos, enfermos,…) como Dios también nos habla a través de ellos.

Peticiones.-
Para que Jesús prepare nuestro corazón para celebrar la Navidad. Roguemos al Señor.
Para que nuestros padres, los primeros catequistas, nos ayuden a querer a Jesús. Roguemos al Señor.
Para que siempre haya personas que cuiden de los enfermos, alimenten a los que tienen hambre y acompañen a los que sufren. Roguemos al Señor.
Para que siempre que estemos en misa sintamos la alegría de sabernos muy queridos por Jesús. Roguemos al Señor.


Ofrendas.-

Te presentamos el pan y el vino que nos ayudan a verte en las personas necesitadas.

Oración de Consagración.-
Jesús, ¿quién eres Tú?
tan pobre al nacer, que mueres en cruz.
Tú das paz al ladrón,
Tú, siendo creador,
me quieres a mí, que soy pecador.
Jesús, ya sé de ti
algo de tu ser, ¿qué quieres de mí?
Mas yo quiero saber
¿qué debo de hacer?
Di qué he de esperar,
qué senda elegir, por qué he de luchar.
Tú, ayúdame,
Cristo es sal en la vida,
luz en tinieblas, es todo amor…

JÓVENES EJEMPLARES:
Beato Francisco Castelló Aleu

Nos encontramos en la segunda década del s.XX. La ciudad está sufriendo una pequeña revolución: la electrificación de las casas e industrias, y necesita técnicos que realicen esta labor. Allí se trasladan Josep Castelló, natural de Lleida y Teresa Aleu, natural de Cornudella. Él es técnico electricista y ella maestra. Y con los espososs sus hijas Teresa y María y el tercer hijo, quien desde las entrañas maternas espera nacer junto al Mediterráneo. El 14 de Abril el pequeño ve la luz y es bautizado el 1 de Mayo en la Parroquia de Santa María, bajo el nombre de Francisco de Paula.
Sin embargo la desgracia visita el hogar y el padre de la familia muere, trasladándose a Lleida, donde la madre durante dos años se prepara para las oposiciones a maestra nacional, ganándolas y emprendiendo un peregrinar que les llewvará hasta Juneda, cerca de Lleida.
El niño estudia bachillerato en el instituto de Lleida, mientras permanece interno en el Colegio de los Maristas. Pero de nuevo la muerte arrebata al adolescente un ser querido, su madre muere y él tiene que asumir el cuidado de sus hermanas, a las que les dice: “Yo nunca os abandonaré. Somos huérfanos y hemos quedado solos. Dios no nos abandonará, como tampoco lo hará nuestra madre que está en el cielo” y se encomiendan a María.
Francisco, con la ayuda del jesuíta Padre Joan Calaf y la tía María Castelló, quien años atrás les había acogido en Lleida, concluye los estudios y marcha a Barcelona, donde estudia química en el instituto fundado por el alcoyano Padre Eduardo Victoria.
En 1930 Francisco asiste a los Ejercicios Espirituales dirigidos por el Padre Román Galán. Es un joven alegre y animoso, a pesar de los golpes que recibe. Así con la instauración del nuevo régimen el Instituto Químico de los jesuitas es incautado y él y su amigo el Padre Román Galán, en 1934 obtienen la Licenciatura en la Universidad de Oviedo.
Pronto consigue un trabajo en “Abonos Químicos Cros, S.A.” de Lleida. Allí, concluída la jornada laboral, ofrece clases a los trabajadores de la empresa y entra a formar parte del grupo de Acción Católica “Moviment de Joves Cristians de Catalunya”, ingresa como monitor de los “Minyons de Muntanya” (Scouts) y como socio del “Centre Excursionista de Lleida”, disfrutando de la montaña.
Es joven, mira la vida con ilusión y la comparte con una joven con quien empieza un noviazgo: Maria Pelegri Esquerda, Mariona. Ella es una joven bellísima con quien pasea por la calle Mayor de Lleida el domingo de Ramos de 1936. Así los contemplamos en una fotografía, totalmente enamorados. El 30 de Mayo formalizan el compromiso.
Sin embargo la Guerra Civil los separará. El 1 de Julio ingresa como soldado. Pronto estalla la contienda y Francisco es encarcelado cuatro veces por ser un joven católico:dos meses en la antigua catedral convertida en castillo militar, desde el 12 de septiembre en la prisión provincial y los calabozos del Ayuntamiento de Lleida. Allí Francisco anima a los compañeros, mientras se apoya en la oración.
El 29 de Septiembre de 1936 es llevado ajuicio con otros nueve compañeros. En el interrogatorio responde: ¡Soy católico!
Los asistentes al juicio exclaman: Inocente, libertad, perdón.
El fiscal solicita la pena de muerte. El presidente le pide se defienda y él responde: No hace falta. ¿Para qué? Si el ser católico es un delito, acepto muy gustoso ser delincuente, ya que la mayor felicidad que puede encontrar una persona en este mundo es morir por Cristo. Y si mil vidas tuviera las daría sin dudar un momento por él.
Llevado a un subterráneo allí le comunican la sentencia. Él escribe tres cartas: a su novia, a las dos hermanas y la tia y al jesuita amigo. Las cartas llegaron al Papa Pío XI y cuantan que después de leerlas se puso a llorar.
A las once de la noche fueron trasladados en un camión. En el viaje comenzaron a rezar y cantar en catalán, recibiendo golpes por parte de sus guardias. El conductor paró y los increpó, amenazando con bajarse del camión si no cesaban los golpes. Francisco sencillamente, los perdonó. Momentos antes de ser martirizado dirigió sus últimas palabras: Os perdono a todos. Hasta la eternidad.
El 11 de marzo de 2001 fueron beatificados por Juan Pablo II.
Este joven nos dejó bellísimas frases como las que siguen:
A cada contrariedad, una sonrisa.
No murmurar nunca, sino ver las cosos buenas ;¡Hay tantas maravillas a contemplar en la vida! Mirar el firmamento, los pájaros, los árboles y las plantas...
En el apostolado no os tiente nunca ni la silla cómoda, ni la cosa fácil Sed personas de alpargata.
Si has de corregir a alguien, hazlo a solas, con amor. Diles que aquel defecto puede tenerlo cualquiera, incluso yo mismo; pero que he podido librarme y he experimentado una gran alegría.
Las almas hemos de ganarlas con esfuerzo y oración.
¿Qué le escribiría un joven a su novia sabiendo que horas después va a morir? He aquí esta carta de amor, escrita por el beato Francisco Castelló:
"Estimada Mariona:
Nuestras vidas se han juntado y Dios ha querido separarlas. A El ofrezco, con toda la intensidad posible, el amor que te tengo, mi amor intenso, puro y sincero. Siento tu desgracia, no la mía. Puedes estar orgullosa, dos hermanos y tu novio. Pobre Mariona.
Me pasa una cosa extraña: no puedo sentir ninguna pena por mi suerte. Una alegría interna, intensa, fuerte me embarga. Quisiera escribirte una carta triste de despedida, pero no puedo. Estoy rodeado de ideas alegres como un presentimiento de la Gloria.
Quisiera hablarte de lo mucho que te habría querido, la ternura que te tenía reservada, de lo felices que habríamos sido. Pero para mí todo eso es secundario. Tengo que dar un gran paso. Una cosa tengo que decirte: cásate si puedes. Yo desde el Cielo bendeciré tu unión y tus hijos. No quiero que llores, no quiero que lo hagas. Siéntete orgullosa de mí. Te quiero. No tengo tiempo de nada más".
Francesc
http://www.bisbatlleida.org/sants/fcastello_es.htm

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